Hoy te quiero decir que sé perfectamente lo que tus palabras y tus silencios quieren decir, y sintonizo con ello. Que cuando dices algo, yo llevo tiempo ya pensando en ese algo... en lo que atraviesas, todos los días lo pienso. Y no te lo digo... porque me aterra molestar y causar incomodidad así a bote pronto sin venir a cuento, o que sientas que te tengo penita" o "me siento obligada a". No te lo digo, pero también quizá no decir es como no estar, y yo estoy.
Para mí, "compasión" es "sentir con". Me imagino de forma inevitable cómo te puedes sentir leyendo a quien sí puede y dice que no puede, y lo cree. Y desde mi imaginación quizá me equivoco pensando en cómo te puedes sentir, así que, para qué hablar. Pero lo pienso. Y me enfado yo sola. Creo, de corazón, que eres realmente grande y noble de espíritu por no enfadarte tú.
Hoy te quiero decir que me levanto aplaudiendo en el palco (como en el gif ese de los notas que aplauden) y que tienes más razón que un santo en lo que acabo de escucharte. Quiero reconocer que a veces siento rabia (y me callo) porque es tan clara para mí la diferencia entre problemas reales e imaginarios, aun sabiendo perfectamente que pueden doler los dos. Me callo porque la expresion de mi ira no ayuda a nadie, y porque yo he sido durante mucho tiempo esclava de lo imaginario, esclava de ego propio también, y en consecuencia debería tolerar, comprender y compadecer en lugar de enfadarme inútilmente. Esto es algo jodidamente íntimo para mí, me da rabia tener rabia. A veces me he auto-obligado a cerrar y salir por sentir eso. Impotencia, ira, me hace daño eso; honestamente, lo vivo como algo muy parecido a un insulto para quien de verdad no puede, desde la inconsciencia, eso sí, una grave inconsciencia. Exagerando la cosa, es como si le digo a alguien que no tiene piernas que yo no puedo andar porque, aunque tengo piernas, no tengo alas. La imaginación es poderosa en uno u otro sentido, encima: alguien dirá que se puede caminar" sin piernas y volar sin alas. Como el personaje de "La Estación de la Calle Perdido", del señor China Mieville.
Se me hace muy tonto decir que las palabras ya no me llegan, pero es lo que me ocurre. Ojalá pudiera barrer la impotencia y el dolor físico del que si pudieras te liberarías sin dudarlo.
Quizá todo esto suena raro, pero gracias por alentar siempre. Es como si le dieras el uso más útil y valiente a tu propio dolor; algo que creo que no mucha gente puede hacer. Yo, desde mí, siempre lo intento, pero no tiene comparación, y a mí solo me queda recuerdo y algunas marcas. Y lo mío, en su día, fue imaginario.
Mi lado "guerrero" se parece a ti, aunque yo lo tenga enterrado. No me gusta la guerra ficticia, pero hay personas que no tienen otra que luchar de verdad, porque están atados de verdad. Conozco a muchos, me he encontrado con muchos, es lógico trabajando en lo que trabajo. Lo siento mucho por un lado, por otro lado siempre he sentido que, concretamente tú, eres capaz de todo... y sabemos que "todo" puede significar un simple gesto diario. Lo que para casi todos es rutinario, para alguien puede significar escalar en silencio una montaña cada día. Todos los días pienso en ti y en esto. Para mí vale infinito, aunque "yo" soy una gota en el océano, y no sé hasta qué punto servirá de algo que mi pleno sentimiento no te abandona nunca... ya no por lo que te ha tocado, sino por todo.
No sé cómo te percibes tú a ti misma: para mí eres fuerza, valor y superación constante. No sé si esto vale para ti... es algo que yo siempre tengo presente, pero me imagino que seguro estás muy cansada de que te digan mierdas como estas... y por otra parte ni sé si llegué a expresar lo que realmente tengo dentro ahora, ni sé si podría serte útil a ti de alguna manera que desconozco.