Muere a los 87 años la actriz Teresa Gimpera
Fue la musa de la llamada 'gauche divine' y de la discoteca Bocaccio de Barcelona
La actriz
Teresa Gimpera ha muerto este martes en
Barcelona a los
87 años de edad, ha informado a Efe uno de sus dos hijos.
Gimpera, nacida en
Igualada (Barcelona) el 21 de septiembre de 1936, fue la musa de la llamada
"gauche divine" y de la
discoteca Bocaccio de Barcelona, además de modelo publicitaria y actriz cinematográfica, de teatro y de televisión.
El velatorio de Teresa Gimpera tendrá lugar este miércoles a partir de las 16:00 horas en el
tanatario de Sant Gervasi de Barcelona, donde se celebrará también el funeral, el jueves a las 13:30 horas.
Modelo publicitaria y de pasarela, actriz de cine, teatro y televisión, presentadora y empresaria, todas esas facetas y alguna más jalonaron la intensa vida de Teresa Gimpera, aunque será especialmente recordada como referente de la modernidad, la belleza y la elegancia en una España que se despojaba de la etapa franquista.
Una imagen que se condensa en la icónica fotografía que le hizo
Xavier Miserachs en 1966 para el cartel de la discoteca Boccacio de Barcelona, el templo de la denominada
gauche divine, en el que Gimpera reinó rodeada de intelectuales, escritores, fotógrafos, músicos o arquitectos de ideas progresistas y opuestos al régimen.
Teresa Gimpera reconocía que gran parte de las muchas cosas que hizo en la vida fueron "por casualidad", y así empezó como modelo publicitaria, después de que un compañero de su marido, que trabajaba en publicidad, le propusiera posar para un anuncio de cerveza.
Fue la primera campaña de otras muchas que vendrían en la época del consumismo desarrollista, algunas a través de la cámara del reconocido fotógrafo
Leopoldo Pomés, y en las que Gimpera promocionaba desde las famosas burbujas de un cava catalán, hasta bañadores, cortinas, cocinas, mantas, medias o calcetines, con anuncios en los que su rostro y su consejo bastaban para vender un producto, incluso sin la necesidad de mostrarlo.
Aunque todos le decían que era muy fotogénica, Teresa Gimpera nunca se consideró una diva ni especialmente guapa cuando era joven, pese a que ya superada la treintena y madre de tres hijos
se presentó a dos concursos de belleza que le llevaron a ser proclamada
'Lady España' y
'Lady Europa' en 1969.
Gimpera, que había debutado en el cine en 1965 con
Fata Morgana, de
Vicente Aranda, llevaba en esa época una frenética actividad cinematográfica -en 1968 llegó a rodar hasta 11 películas- unos filmes que en la mayoría de los casos no se caracterizaban por su calidad y que han caído en el olvido.
La carrera de Teresa Gimpera hubiera podido cambiar si
Alfred Hitchcock, tras hacer un casting para el director británico en
Los Ángeles, la hubiera escogido para interpretar a un personaje de la película
Topaz, Juanita de Córdoba, una puertorriqueña morena y pasional en el que ella misma no se veía, un papel que le hubiera abierto el camino para hacer varios rodajes con la productora estadounidense
Universal.