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Diario de las sesiones con el psicólogo

Mi opinión es que es mejor no meterse en líos. Creo que en la empresa se han portado bien dentro de lo que cabe viendo lo que hay por ahí, y tampoco cierran del todo la puerta de cara al futuro. Por otra parte, si la readmitieran, no sé como sería estar en una empresa que no te quiere y a la cual has dado por saco. Lo mejor @Duathor es que trates de relajarte y te centres en tu recuperación, que nunca es plato de buen gusto un despido. Ánimo 🫂
 
Sí, te entiendo @Xusi . Pero no puedo denunciar a quien aprecio, a quien me ha enseñado tanto y durante tantos años. A quien siempre ha sido amable y profesional conmigo.

Simplemente, no puedo.

Se ha equivocado ahora, o me he equivocado yo, o nos equivocamos los dos.... No lo sé, y no importa. Ayer cuando mi jefe me llamó, le noté afectado. La voz casi le temblaba. Hoy se lo he dicho al profesional que viene a casa una vez por semana y me ha dicho "eso es porque sabe que se ha equivocado".

No sé si tiene razón o no. Lo que sí sé es que esto me ha terminado de hundir.
 
Mi opinión es que es mejor no meterse en líos. Creo que en la empresa se han portado bien dentro de lo que cabe viendo lo que hay por ahí, y tampoco cierran del todo la puerta de cara al futuro. Por otra parte, si la readmitieran, no sé como sería estar en una empresa que no te quiere y a la cual has dado por saco. Lo mejor @Duathor es que trates de relajarte y te centres en tu recuperación, que nunca es plato de buen gusto un despido. Ánimo 🫂

Exacto. A mí me han dicho que tengo las puertas abiertas. Quiero jugar esta carta cuando esté mejor.

Gracias :bessito:
 
... no puedo denunciar a quien aprecio,

No se trata de denunciar ... me parece que confundes los términos.

De todas formas si ya has firmado el despido y es improcedente (al menos es como tú lo has dicho) pues la verdad es que te pagarán lo que te tengan que pagar. Realmente no viene al caso recurrirlo.
 
Te irá bien en el hospital de día. Harás terapia diaria, aprenderás a socializar, tendrás una rutina...Se que es una jodienda lo que te ha pasado, pero tomatelo como una oportunidad para centrarte en ti y recuperarte. Con la discapacidad reconocida puedes buscar un trabajo adaptado. De todas formas, si entras al hospital de día lo mejor es hacer un parón de varios meses para aprender nuevas habilidades y tener buen tratamiento. Desgraciadamente las cosas de la cabeza no son de un día a otro. Yo estuve dos veces, una unos 6 meses, y otra casi un año y medio. Me llevo buen recuerdo.
 
Espero...

Detesto a mi hermano. Me reprocha que nunca he pagado alquiler ni nada, que "yo todo lo achaco a que tengo problemas", que no le he dado el dinero del finiquito a mi madre ...

De forma indirecta siento que me ha dicho que soy vaga, egoísta, mala hija, aprovechada. No tiene ni idea de nada joder.

Me ha dicho también que si no hubiese pedido la semana de vacaciones, que seguiría trabajando...

Qué se cree, que no lo sé? Que las facturas se pagan solas o algo?

Maldita sea! Y todo esto por haberle preguntado si le apetecía ir a tomar un café! Me ha dicho: lo vas a pagar tú? Llevo un año aquí y no pagas nada.

(Cosa que es mentira.)

Y ahí ha empezado todo.

Que yo sé que he cometido muchos errores, pero he hablado mucho con mi madre también.
 
Hola.
No, aún no sé nada. Creo que aún pasarán 2 semanas antes de que me llamen del hospital.
La baja no la voy a pedir, ya que tengo 18 meses de paro, y si voy a cobrar lo mismo, prefiero dejar las cosas como están.

En casa las cosas van de aquella manera. Voy a iniciar los trámites para poder acceder a una vivienda de protección oficial. Ya me han dicho que la lista de espera es muy larga, de años, pero bueno. Así puedo mirar de ahorrar algo, bueno, cuando vuelva a trabajar.

Y tú qué tal?

Un abrazo.
 
Me apetece mucho retomar este hilo, bueno, la idea original del hilo, que se ha desviado un poco. Ahora que tengo otra vez mucho tiempo libre, pues eso, quiero retomarlo.

No sé cuántas sesiones llevo ya, pero sí puedo decir que empecé el tratamiento psicológico el 9 de agosto del 2022. Tengo sesiones quincenales, excepto cuando se va de vacaciones obviamente. Mi proceso está siendo muy largo porque hay mucho que sanar. La duración del tratamiento es lo que menos me importa; no pienso en ello. Tendré las sesiones que tenga que tener.

Mi psicólogo me está ayudando mucho en todo esto, tanto durante la sesión como fuera de ella. Es una persona que responde a los mensajes que le mandas, que te dice que antes de una autolesión o de hacer algo perjudicial para ti, le escribas porque así se siembra el momento de duda y quizás evites hacerte daño.

Y dicho esto, la última sesión que tuvimos fue el 29 de enero. El día en el que me enteré de que me habían despedido. Hablamos mucho sobre esto. Estuvo bastante optimista, algo que me incomodó (mucho) pero que al final agradecí. Cosas que me dijo (no recuerdo las palabras exactas, así que os pongo el mensaje con el que me quedé):

  • ''¿Te das cuenta de cómo ha reaccionado tu empresa cuando antes dabas el 120% y ahora el 90%?''. Al final, es mucho mejor, por mi salud (mental), rendir el 90% que el 120, porque de todas maneras no puedo controlar las reacciones/decisiones/etc. de los demás, solo las mías.
  • No han actuado bien, teniendo en cuenta que llevaba años en la empresa.
  • Aunque el despido fue y es doloroso, ahora tengo la oportunidad de hacer otras cosas, encontrar otro trabajo, o incluso emprender si es eso lo que quiero (esto sospecho que me lo dijo porque el año pasado hice una formación de catsitter, es decir, de cuidadora de gatos a domicilio).
  • Aunque me cuesta muchísimo verlos, ha habido avances: expreso cada vez más mis opiniones/necesidades/etc. -de forma calmada-, cosa que antes no hacía; me relaciono con algunas personas (compañeros del chat que él mismo tiene, profesionales que vienen a casa una vez por semana) algo que hasta hace no mucho era impensable. Y me dijo más, pero ya no me acuerdo.
Y eso. El martes más.
 
De martes pasamos a sábado, pero bueno, la sesión fue el martes. La tercera del año.

Fue bastante bien. Hay avances:

  • Fui consciente, creo que por primera vez, de que aunque mi mente me diga y me insista en que lo mejor es que me quede en la cama, no siempre es buena idea hacerle caso, porque nunca sabes lo que te puede deparar el día. Otra cosa distinta sería que físicamente no estuvieras en condiciones de ir a ningún sitio; es decir, que tu nivel de energía corporal fuese mínima o nula y te notaras cansado/a; entonces sí que la mejor opción es descansar. Pero a la mente hay que permitirse el lujo de cuestionar.
  • Si necesito pasarme las tardes en casa viendo la tele, eso está bien. Por las mañanas salgo a pasear y me mantengo activa. Hoy además iremos a comer al restaurante japonés, que me encanta.
  • Aunque llevo ya días que soy muy consciente de que en mi familia mis opiniones y demás a menudo no son escuchadas y/o se tratan como si fueran poco importantes, mi psicólogo me dijo que es muy importante que las siga expresando. Porque dicha expresión no tiene el objetivo de que ellos me entiendan o me escuchen, sino de reforzar mis criterios, y mi identidad.
  • Mi libro se va a publicar pronto. El jueves la editorial me mandó la portada, y en breve me enviarán mi ejemplar de muestra. Mi psicólogo, y en realidad, todos los profesionales que me atiendan, me dicen que eso es un gran logro. Yo... bueno, empiezo a creérmelo. Me gusta mucho escribir, desde niña, y me hace ganas escribir un nuevo libro, aunque este será de ficción.
El otro día me llamaron para darme cita con el hospital de día. Tengo que ir el martes a la entrevista de valoración con el psiquiatra. Y también en breve empiezo terapia grupal online con mi psicólogo. A ver qué tal todo.

En lo que respecta a mi reciente despido... esa herida aún duele mucho. Ya no tengo necesidad de llorar (o no tanto), pero aún me cuesta hablar de ello sin que mi tono de voz cambie. Duele mucho aún. Yo sé que me he equivocado en muchas cosas, pero ellos también... Y supongo que necesito que ellos lo reconozcan, cosa que también sé que no va a suceder nunca y que no vale la pena seguir pensando en ello. Y no lo hago, de verdad, pero cuesta mucho levantarse de la cama...

Bueno. Eso es.
 
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