Eso es madurez. Tal vez no es que sufrieras un trastorno mental (mucho menos una enfermedad) sino que pudiera que ser que tu entorno, las personas que te criaron, tus cuidadores, no fomentaron en tí un apego seguro (tal vez ellos tampoco lo tenían) y de ahí que hayas tenido que ser tú sola, de forma autodidacta, la que hayas tenido que aprender.
Sinceramente, cuando alguien consume sustancias es muy difícil que el diagnóstico que tenga sea muy exacto, salvo que el especialista le haya conocido antes del consumo o durante el consumo pero de forma periódica y extendida en el tiempo. Lo que tú puedas sentir, contar, hacer en época de consumo ... ¿a qué lo achacas? ¿al consumo? ¿sí? ¿no? ... hay que hacer mucho estudio detrás para poder dar una respuesta lo más exacta posible.
De hecho siempre que hay consumo, debe hacer una patología dual, es decir un diagnóstico de consumo, más el trastorno que se sufra; incluso si el consumo no es muy a menudo o uno piensa que no es adicto o dependiente. El especialista es quien tiene que determinar hasta dónde y hasta cuánto perjudican.
Me hablas del Instituto ... ¿hace 10 años de todo eso?. Es que no es lo mismo "ser infiel a mis parejas" cuando eres adolescentes y tienes 16 años, a cuando tienes 36 y estás casada. Entonces es mucho lo que hay que determinar y hay que saber qué había detrás de esas "infidelidades"; qué se estaba viviendo en casa, etc.
Yo me olvidaría de cualquier diagnóstico hecho en esas condiciones. Si ahora te derivan al especialista habla desde lo que ahora te limita, si el pasado es importante ¡estará en el presente!, no te preocupes pero es importante que evites el consumo de cualquier sustancia porque ahí ya se te complica todo el tema.
Ánimo y suerte con la médico de cabecera
Bi-
Buenas noches
@Xusi
Veo que controlas muchísimo el tema, me has ayudado a ver las cosas con más claridad. Es cierto que mis padres no me han proporcionado un apego seguro porque ellos tampoco lo tuvieron. Soy consciente de ello, y a mi madre sobre todo se lo he perdonado, porque un día me senté con ella y le dije que me causo mucho dolor en la infancia, me pidió perdón, y acepto lo mal que lo hizo. Pero hay días en las que me viene alguna vaga imagen de lo tormentoso que fue convivir con ella y me entra una profunda tristeza que me digo, ostras, cuantas cosas malas tuvo que pasar aquella chiquilla. Según he leído tengo un apego inseguro ambivalente y cuando me dicen que mi herida es la de abandono, me cuesta creer que sea esa. No sé si porque lo he trabajado o que, pero sí que siento que cuando era una niña he estado desamparada emocionalmente y me he tenido que arreglarlas sola cuando se metían conmigo, cuando tenía que cuidar de mi hermana, cuando no venían a verme a los actos de la escuela, cuando no me defendía era porque era una cobarde, tonta. En los estudios un seis o un siete, eres vaga, hay que esforzarse más, cuando todos sabemos que somos mejores en una asignaturas que en otras. Nunca fui una estudiante mediocre, más bien, buena, con algún que otro sobresaliente. Pero nunca era lo suficientemente buena. Mi madre fomentaba competencia con mis compañeros de clase hasta que un día la tuve que mentir para que se contentara y me dejara en paz, que con mala suerte que a la compañera que involucre se enteró y me dejó en evidencia :(. Me sentía humillada, contaba cosas muy privadas mías que me avergonzaban, y lo hacía sin reparo. Estaba muy reprimida, no podía llorar, me pegaba siempre que metía la pata, tirones del pelo, uff.. es que solo de recordarlo me entra un cabreo y a la vez una tristeza.. joder! Se supone que estabas allí para protegerme y no para hacerme sufrir. Pienso que cuando somos pequeños el cerebro se protege y cuando llegamos a ser más mayores es cuando aflora toda esa mierda (perdona por la palabra) que llevamos dentro. Vivía aterrorizada, en alerta, un paso en falso y... Dimbi damba. En un constante estado de alerta.
Gracias a mis dos hijos, no he vuelto a fumar, porque lo que son las drogas sintéticas las tomé muy esporádicamente, es cierto que también me pilló en el momento en que empezé a sentir agorafobia. Pero me fumaba mis 10 canutos al día, y me emborrachaba a ser posible hasta perder el conocimiento, no controlaba, y parece que buscará un coma etílico. Hasta que deje de salir, pero allí estaban mis canutos. Practicar sexo lo empezé antes de tomar ninguna sustancia, ni si quiera el alcohol, es como si aquello era mi vía para desfogarme, no recuerdo bien como me sentía y porque lo hacía, no se si por estrés o ansiedad. Lo que si se es que quedaba con cualquiera, lo hacía sin protección, consistía tratos vejatorios y al final del todo, me sentía sucia, me daba asco yo misma. El sexo siempre había sido tabú en casa, pero descubrí la pornografía a los 7 años de edad.. me masturbaba constantemente, pienso que en un intento de sacar todo ese estrés. Me han llegado a preguntar si un tío mío me tocaba, no recuerdo tal cosa. Pero si pienso que el sexo a formado una parte importante de mi vida. De hecho si para mí en una relación el sexo no es funcional, seguramente lo dejaría. Es cierto que deje de quedar con gente porque no era yo esa, no quería ser esa persona, me convencí de que tenía unos valores y que me debía de respetar a mí misma y a mis valores. Aprendí a quererme y dije basta ya de engañar a mi pareja.. pero no ha sido hasta hace poco. Empecé con 17 y hasta los 22 que es cuando ya logré dejar hacer eso. Las drogas tampoco ayudaban, si antes tenía poco control, drogandome menos... Fumaba para acallar las voces de mi mente, no quería tocar las heridas, si lo hacía sentiría un dolor inmenso y anestesiada estaba bien. Me fui de casa con 18, como ya te dije, porque mis padres nos llevaron a traición a otro país. Me estoy dando cuenta que era una pequeñaja, pero es cuando todo se acentuó, el vacío, la ansiedad incremento, los miedos aumentaron. Y bueno... Hasta aquí, jeje, menuda chapa.. pero es que con lo bien que hablas me siento hablando como si estuviese en el psicólogo. Que quizá lo seas o lo estés estudiando. Pero si me olvidaré del diagnóstico, y contaré el aquí y ahora. Muchísimas gracias por tus palabras, me han sido de una gran ayuda! A ver qué me dice la médico de cabecera .
Un gran abrazo, buenas noches.