Creo que muchas de las personas que estamos en este Foro, hemos sufrido mucho en nuestra infancia/adolescencia con nuestra familia.
Yo estuve muy alejada de mi familia cuando conté mis abusos (ya que fueron intra familiares) y como eso nunca gusta yo misma tuve que separarme de la familia si mi agresor acudía a cualquier evento.
Fue con el trabajo en psicoterapia cuando puede perdonar a mis padres (ya eran mayores, la verdad) entendiendo que llegaron hasta donde llegaron cuando pude retomar mi relación con ellos (bueno retomar no es la palabra, pues la relación con mi madre, nunca había sido fluida).
Sé que tu caso es distinto, ya que tu propia madre es quien no te trata bien todavía, pero creo que parte de tu sanación comenzará cuando sepas poner una barrera que si bien no tiene que ser física, si que han de ser unos límites claros de hasta dónde vas a permitir que te traten. Cuando tú cambies, ellos cambiarán ¡estoy segura!. Como me decía mi psiquiatra, las relaciones son como un baile a dos: si uno baja el ritmo, el otro a la fuerza lo tiene que hacer.
Tal vez sin darte cuenta eres tú misma quien "mantienes" que te sigan tratando mal y eso no cambiar desde su parte. Creo que te falta trabajarlo un poco más y en cuanto puedas poner unos límites a tu madre y tu prima, si ellas no cambian, al menos la fortaleza que hayas ido forjando te ayudará a que te afecte mucho menos.
Familia, no es sólo la de origen. Familia son las relaciones que luego la vida te va poniendo, pero es verdad que muchos de nosotros somos muy inflexibles y queremos que las cosas sean "como tienen que ser" (yo la primera). Por desgracia en nuestro caso, no lo fue desde el principio, así que no puede ser como "se supone que deben ser".
Ganar en flexibilidad mental nos ayuda también a sanar.