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Juego
La chica paseaba sin pensar demasiado en el asunto por el coronavirus. Siempre quiso despreocuparse hasta el día que murió.
Su muerte conmocionó a pocas personas a pesar de su corta edad.
Los millennials, siempre atados digitalmente, hicieron memes olvidando que podían ser afectados también. En aquellos días, la moralidad parecía no formar parte de la sociedad. Nadie se preguntaba cómo podía haber Icaros sin alas capaces de volar acercándose al erebo. Sin embargo, hubo una ocasión en que un perspicaz monje dijo así:
-Quien volar ose tendrá que ser un gran navegante y quien volar pueda olvidarlo no debe. Pues si así es. Todos quedaron atónitos...
Volviendo al tema, ella ganó merecidamente el descanso eterno, no como nosotros, almas atormentadas anhelando la muerte. Esa liberación llegará en el momento de aceptar la terapia que haciéndote reflexionar sobre todos los egos, sabrá poner fin al constante derrotero
 
La chica paseaba sin pensar demasiado en el asunto por el coronavirus. Siempre quiso despreocuparse hasta el día que murió.
Su muerte conmocionó a pocas personas a pesar de su corta edad.
Los millennials, siempre atados digitalmente, hicieron memes olvidando que podían ser afectados también. En aquellos días, la moralidad parecía no formar parte de la sociedad. Nadie se preguntaba cómo podía haber Icaros sin alas capaces de volar acercándose al erebo. Sin embargo, hubo una ocasión en que un perspicaz monje dijo así:
-Quien volar ose tendrá que ser un gran navegante y quien volar pueda olvidarlo no debe. Pues si así es. Todos quedaron atónitos...
Volviendo al tema, ella ganó merecidamente el descanso eterno, no como nosotros, almas atormentadas anhelando la muerte. Esa liberación llegará en el momento de aceptar la terapia que haciéndote reflexionar sobre todos los egos, sabrá poner fin al constante derrotero vital
 
La chica paseaba sin pensar demasiado en el asunto por el coronavirus. Siempre quiso despreocuparse hasta el día que murió.
Su muerte conmocionó a pocas personas a pesar de su corta edad.
Los millennials, siempre atados digitalmente, hicieron memes olvidando que podían ser afectados también. En aquellos días, la moralidad parecía no formar parte de la sociedad. Nadie se preguntaba cómo podía haber Icaros sin alas capaces de volar acercándose al erebo. Sin embargo, hubo una ocasión en que un perspicaz monje dijo así:
-Quien volar ose tendrá que ser un gran navegante y quien volar pueda olvidarlo no debe. Pues si así es. Todos quedaron atónitos...
Volviendo al tema, ella ganó merecidamente el descanso eterno, no como nosotros, almas atormentadas anhelando la muerte. Esa liberación llegará en el momento de aceptar la terapia que haciéndote reflexionar sobre todos los egos, sabrá poner fin al constante derrotero vital.
Aún así ella
 
La chica paseaba sin pensar demasiado en el asunto por el coronavirus. Siempre quiso despreocuparse hasta el día que murió.
Su muerte conmocionó a pocas personas a pesar de su corta edad.
Los millennials, siempre atados digitalmente, hicieron memes olvidando que podían ser afectados también. En aquellos días, la moralidad parecía no formar parte de la sociedad. Nadie se preguntaba cómo podía haber Icaros sin alas capaces de volar acercándose al erebo. Sin embargo, hubo una ocasión en que un perspicaz monje dijo así:
-Quien volar ose, tendrá que ser un gran navegante, y, quien volar pueda, olvidarlo no debe. Pues sí, así es. Todos quedaron atónitos...
Volviendo al tema. Ella ganó merecidamente el descanso eterno, no como nosotros, almas atormentadas anhelando la muerte. Esa liberación llegará en el momento de aceptar la terapia que, haciéndote reflexionar sobre todos los egos, sabrá poner fin al constante derrotero vital.
Aún así, ella quiso trascender momentáneamente



NOTA: (No me :latigo:....:jijijijijiji: he hecho un pelín de trampis... he puesto algunas comas y puntos de más en la historia:majara:)
 
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La chica paseaba sin pensar demasiado en el asunto por el coronavirus. Siempre quiso despreocuparse hasta el día que murió.
Su muerte conmocionó a pocas personas a pesar de su corta edad.
Los millennials, siempre atados digitalmente, hicieron memes olvidando que podían ser afectados también. En aquellos días, la moralidad parecía no formar parte de la sociedad. Nadie se preguntaba cómo podía haber Icaros sin alas capaces de volar acercándose al erebo. Sin embargo, hubo una ocasión en que un perspicaz monje dijo así:
-Quien volar ose, tendrá que ser un gran navegante, y, quien volar pueda, olvidarlo no debe. Pues sí, así es. Todos quedaron atónitos...
Volviendo al tema. Ella ganó merecidamente el descanso eterno, no como nosotros, almas atormentadas anhelando la muerte. Esa liberación llegará en el momento de aceptar la terapia que, haciéndote reflexionar sobre todos los egos, sabrá poner fin al constante derrotero vital.
Aún así, ella quiso trascender momentáneamente y dejarse llevar
 
se puso al borde del precipicio y con un paso adelante cayó al abismo. Sólo pensó en liberar su alma, en huir de todos aquellos que la menospreciaron y que hicieron que de sus ojos brotasen lágrimas negras.
Pero su alma para alcanzar el descanso debía primero atormentar a las personas que la enjuiciaron y conjugaron su locura.
 
se puso al borde del precipicio y con un paso adelante cayó al abismo. Sólo pensó en liberar su alma, en huir de todos aquellos que la menospreciaron y que hicieron que de sus ojos brotasen lágrimas negras.
Pero su alma para alcanzar el descanso debía primero atormentar a las personas que la enjuiciaron y conjugaron su locura.
Lucio, eso que has escrito está muy bien, pero lo has metido en medio de un juego.
Consiste en copiar y pegar lo que escribió el anterior sumando, como máximo, 3 palabras
 
La chica paseaba sin pensar demasiado en el asunto por el coronavirus. Siempre quiso despreocuparse hasta el día que murió.
Su muerte conmocionó a pocas personas a pesar de su corta edad.
Los millennials, siempre atados digitalmente, hicieron memes olvidando que podían ser afectados también. En aquellos días, la moralidad parecía no formar parte de la sociedad. Nadie se preguntaba cómo podía haber Icaros sin alas capaces de volar acercándose al erebo. Sin embargo, hubo una ocasión en que un perspicaz monje dijo así:
-Quien volar ose, tendrá que ser un gran navegante, y, quien volar pueda, olvidarlo no debe. Pues sí, así es. Todos quedaron atónitos...
Volviendo al tema. Ella ganó merecidamente el descanso eterno, no como nosotros, almas atormentadas anhelando la muerte. Esa liberación llegará en el momento de aceptar la terapia que, haciéndote reflexionar sobre todos los egos, sabrá poner fin al constante derrotero vital.
Aún así, ella quiso trascender momentáneamente y dejarse llevar
Hacia otra realidad
 
La chica paseaba sin pensar demasiado en el asunto por el coronavirus. Siempre quiso despreocuparse hasta el día que murió.
Su muerte conmocionó a pocas personas a pesar de su corta edad.
Los millennials, siempre atados digitalmente, hicieron memes olvidando que podían ser afectados también. En aquellos días, la moralidad parecía no formar parte de la sociedad. Nadie se preguntaba cómo podía haber Icaros sin alas capaces de volar acercándose al erebo. Sin embargo, hubo una ocasión en que un perspicaz monje dijo así:
-Quien volar ose, tendrá que ser un gran navegante, y, quien volar pueda, olvidarlo no debe. Pues sí, así es. Todos quedaron atónitos...
Volviendo al tema. Ella ganó merecidamente el descanso eterno, no como nosotros, almas atormentadas anhelando la muerte. Esa liberación llegará en el momento de aceptar la terapia que, haciéndote reflexionar sobre todos los egos, sabrá poner fin al constante derrotero vital.
Aún así, ella quiso trascender momentáneamente y dejarse llevar por los pensamientos
 
La chica paseaba sin pensar demasiado en el asunto por el coronavirus. Siempre quiso despreocuparse hasta el día que murió.
Su muerte conmocionó a pocas personas a pesar de su corta edad.
Los millennials, siempre atados digitalmente, hicieron memes olvidando que podían ser afectados también. En aquellos días, la moralidad parecía no formar parte de la sociedad. Nadie se preguntaba cómo podía haber Icaros sin alas capaces de volar acercándose al erebo. Sin embargo, hubo una ocasión en que un perspicaz monje dijo así:
-Quien volar ose, tendrá que ser un gran navegante, y, quien volar pueda, olvidarlo no debe. Pues sí, así es. Todos quedaron atónitos...
Volviendo al tema. Ella ganó merecidamente el descanso eterno, no como nosotros, almas atormentadas anhelando la muerte. Esa liberación llegará en el momento de aceptar la terapia que, haciéndote reflexionar sobre todos los egos, sabrá poner fin al constante derrotero vital.
Aún así, ella quiso trascender momentáneamente y dejarse llevar por los pensamientos hacia otra realidad.
 
La chica paseaba sin pensar demasiado en el asunto por el coronavirus. Siempre quiso despreocuparse hasta el día que murió.
Su muerte conmocionó a pocas personas a pesar de su corta edad.
Los millennials, siempre atados digitalmente, hicieron memes olvidando que podían ser afectados también. En aquellos días, la moralidad parecía no formar parte de la sociedad. Nadie se preguntaba cómo podía haber Icaros sin alas capaces de volar acercándose al erebo. Sin embargo, hubo una ocasión en que un perspicaz monje dijo así:
-Quien volar ose, tendrá que ser un gran navegante, y, quien volar pueda, olvidarlo no debe. Pues sí, así es. Todos quedaron atónitos...
Volviendo al tema. Ella ganó merecidamente el descanso eterno, no como nosotros, almas atormentadas anhelando la muerte. Esa liberación llegará en el momento de aceptar la terapia que, haciéndote reflexionar sobre todos los egos, sabrá poner fin al constante derrotero vital.
Aún así, ella quiso trascender momentáneamente y dejarse llevar por los pensamientos hacia otra realidad. La misma que
 
La chica paseaba sin pensar demasiado en el asunto por el coronavirus. Siempre quiso despreocuparse hasta el día que murió.
Su muerte conmocionó a pocas personas a pesar de su corta edad.
Los millennials, siempre atados digitalmente, hicieron memes olvidando que podían ser afectados también. En aquellos días, la moralidad parecía no formar parte de la sociedad. Nadie se preguntaba cómo podía haber Icaros sin alas capaces de volar acercándose al erebo. Sin embargo, hubo una ocasión en que un perspicaz monje dijo así:
-Quien volar ose, tendrá que ser un gran navegante, y, quien volar pueda, olvidarlo no debe. Pues sí, así es. Todos quedaron atónitos...
Volviendo al tema. Ella ganó merecidamente el descanso eterno, no como nosotros, almas atormentadas anhelando la muerte. Esa liberación llegará en el momento de aceptar la terapia que, haciéndote reflexionar sobre todos los egos, sabrá poner fin al constante derrotero vital.
Aún así, ella quiso trascender momentáneamente y dejarse llevar por los pensamientos hacia otra realidad. La misma que vivieron los ángeles
 
La chica paseaba sin pensar demasiado en el asunto por el coronavirus. Siempre quiso despreocuparse hasta el día que murió.
Su muerte conmocionó a pocas personas a pesar de su corta edad.
Los millennials, siempre atados digitalmente, hicieron memes olvidando que podían ser afectados también. En aquellos días, la moralidad parecía no formar parte de la sociedad. Nadie se preguntaba cómo podía haber Icaros sin alas capaces de volar acercándose al erebo. Sin embargo, hubo una ocasión en que un perspicaz monje dijo así:
-Quien volar ose, tendrá que ser un gran navegante, y, quien volar pueda, olvidarlo no debe. Pues sí, así es. Todos quedaron atónitos...
Volviendo al tema. Ella ganó merecidamente el descanso eterno, no como nosotros, almas atormentadas anhelando la muerte. Esa liberación llegará en el momento de aceptar la terapia que, haciéndote reflexionar sobre todos los egos, sabrá poner fin al constante derrotero vital.
Aún así, ella quiso trascender momentáneamente y dejarse llevar por los pensamientos hacia otra realidad. La misma que vivieron los ángeles
antes de caer.
 
La chica paseaba sin pensar demasiado en el asunto por el coronavirus. Siempre quiso despreocuparse hasta el día que murió.
Su muerte conmocionó a pocas personas a pesar de su corta edad.
Los millennials, siempre atados digitalmente, hicieron memes olvidando que podían ser afectados también. En aquellos días, la moralidad parecía no formar parte de la sociedad. Nadie se preguntaba cómo podía haber Icaros sin alas capaces de volar acercándose al erebo. Sin embargo, hubo una ocasión en que un perspicaz monje dijo así:
-Quien volar ose, tendrá que ser un gran navegante, y, quien volar pueda, olvidarlo no debe. Pues sí, así es. Todos quedaron atónitos...
Volviendo al tema. Ella ganó merecidamente el descanso eterno, no como nosotros, almas atormentadas anhelando la muerte. Esa liberación llegará en el momento de aceptar la terapia que, haciéndote reflexionar sobre todos los egos, sabrá poner fin al constante derrotero vital.
Aún así, ella quiso trascender momentáneamente y dejarse llevar por los pensamientos hacia otra realidad. La misma que vivieron los ángeles antes de caer. Miró tras de
 
La chica paseaba sin pensar demasiado en el asunto por el coronavirus. Siempre quiso despreocuparse hasta el día que murió.
Su muerte conmocionó a pocas personas a pesar de su corta edad.
Los millennials, siempre atados digitalmente, hicieron memes olvidando que podían ser afectados también. En aquellos días, la moralidad parecía no formar parte de la sociedad. Nadie se preguntaba cómo podía haber Icaros sin alas capaces de volar acercándose al erebo. Sin embargo, hubo una ocasión en que un perspicaz monje dijo así:
-Quien volar ose, tendrá que ser un gran navegante, y, quien volar pueda, olvidarlo no debe. Pues sí, así es. Todos quedaron atónitos...
Volviendo al tema. Ella ganó merecidamente el descanso eterno, no como nosotros, almas atormentadas anhelando la muerte. Esa liberación llegará en el momento de aceptar la terapia que, haciéndote reflexionar sobre todos los egos, sabrá poner fin al constante derrotero vital.
Aún así, ella quiso trascender momentáneamente y dejarse llevar por los pensamientos hacia otra realidad. La misma que vivieron los ángeles antes de caer. Miró tras de aquel espejo donde
 
La chica paseaba sin pensar demasiado en el asunto por el coronavirus. Siempre quiso despreocuparse hasta el día que murió.
Su muerte conmocionó a pocas personas a pesar de su corta edad.
Los millennials, siempre atados digitalmente, hicieron memes olvidando que podían ser afectados también. En aquellos días, la moralidad parecía no formar parte de la sociedad. Nadie se preguntaba cómo podía haber Icaros sin alas capaces de volar acercándose al erebo. Sin embargo, hubo una ocasión en que un perspicaz monje dijo así:
-Quien volar ose, tendrá que ser un gran navegante, y, quien volar pueda, olvidarlo no debe. Pues sí, así es. Todos quedaron atónitos...
Volviendo al tema. Ella ganó merecidamente el descanso eterno, no como nosotros, almas atormentadas anhelando la muerte. Esa liberación llegará en el momento de aceptar la terapia que, haciéndote reflexionar sobre todos los egos, sabrá poner fin al constante derrotero vital.
Aún así, ella quiso trascender momentáneamente y dejarse llevar por los pensamientos hacia otra realidad. La misma que vivieron los ángeles antes de caer. Miró tras de aquel espejo donde tantas veces miró
 
La chica paseaba sin pensar demasiado en el asunto por el coronavirus. Siempre quiso despreocuparse hasta el día que murió.
Su muerte conmocionó a pocas personas a pesar de su corta edad.
Los millennials, siempre atados digitalmente, hicieron memes olvidando que podían ser afectados también. En aquellos días, la moralidad parecía no formar parte de la sociedad. Nadie se preguntaba cómo podía haber Icaros sin alas capaces de volar acercándose al erebo. Sin embargo, hubo una ocasión en que un perspicaz monje dijo así:
-Quien volar ose, tendrá que ser un gran navegante, y, quien volar pueda, olvidarlo no debe. Pues sí, así es. Todos quedaron atónitos...
Volviendo al tema. Ella ganó merecidamente el descanso eterno, no como nosotros, almas atormentadas anhelando la muerte. Esa liberación llegará en el momento de aceptar la terapia que, haciéndote reflexionar sobre todos los egos, sabrá poner fin al constante derrotero vital.
Aún así, ella quiso trascender momentáneamente y dejarse llevar por los pensamientos hacia otra realidad. La misma que vivieron los ángeles antes de caer. Miró tras de aquel espejo donde tantas veces miró, comprobando con sorpresa
 
La chica paseaba sin pensar demasiado en el asunto por el coronavirus. Siempre quiso despreocuparse hasta el día que murió.
Su muerte conmocionó a pocas personas a pesar de su corta edad.
Los millennials, siempre atados digitalmente, hicieron memes olvidando que podían ser afectados también. En aquellos días, la moralidad parecía no formar parte de la sociedad. Nadie se preguntaba cómo podía haber Icaros sin alas capaces de volar acercándose al erebo. Sin embargo, hubo una ocasión en que un perspicaz monje dijo así:
-Quien volar ose, tendrá que ser un gran navegante, y, quien volar pueda, olvidarlo no debe. Pues sí, así es. Todos quedaron atónitos...
Volviendo al tema. Ella ganó merecidamente el descanso eterno, no como nosotros, almas atormentadas anhelando la muerte. Esa liberación llegará en el momento de aceptar la terapia que, haciéndote reflexionar sobre todos los egos, sabrá poner fin al constante derrotero vital.
Aún así, ella quiso trascender momentáneamente y dejarse llevar por los pensamientos hacia otra realidad. La misma que vivieron los ángeles antes de caer. Miró tras de aquel espejo donde tantas veces miró, comprobando con sorpresa algo que no
 
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