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La chica paseaba sin pensar demasiado en el asunto por el coronavirus. Siempre quiso despreocuparse hasta el día que murió.
Su muerte conmocionó a pocas personas a pesar de su corta edad.
Los millennials, siempre atados digitalmente, hicieron memes olvidando que podían ser afectados también. En aquellos días la moralidad parecía no formar parte
 
La chica paseaba sin pensar demasiado en el asunto por el coronavirus. Siempre quiso despreocuparse hasta el día que murió.
Su muerte conmocionó a pocas personas a pesar de su corta edad.
Los millennials, siempre atados digitalmente, hicieron memes olvidando que podían ser afectados también. En aquellos días la moralidad parecía no formar parte de la sociedad
 
La chica paseaba sin pensar demasiado en el asunto por el coronavirus. Siempre quiso despreocuparse hasta el día que murió.
Su muerte conmocionó a pocas personas a pesar de su corta edad.
Los millennials, siempre atados digitalmente, hicieron memes olvidando que podían ser afectados también. En aquellos días, la moralidad parecía no formar parte de la sociedad. Nadie se preguntaba
 
La chica paseaba sin pensar demasiado en el asunto por el coronavirus. Siempre quiso despreocuparse hasta el día que murió.
Su muerte conmocionó a pocas personas a pesar de su corta edad.
Los millennials, siempre atados digitalmente, hicieron memes olvidando que podían ser afectados también. En aquellos días, la moralidad parecía no formar parte de la sociedad. Nadie se preguntaba cómo podía haber
 
La chica paseaba sin pensar demasiado en el asunto por el coronavirus. Siempre quiso despreocuparse hasta el día que murió.
Su muerte conmocionó a pocas personas a pesar de su corta edad.
Los millennials, siempre atados digitalmente, hicieron memes olvidando que podían ser afectados también. En aquellos días la moralidad parecía un juego de popularidad
 
La chica paseaba sin pensar demasiado en el asunto por el coronavirus. Siempre quiso despreocuparse hasta el día que murió.
Su muerte conmocionó a pocas personas a pesar de su corta edad.
Los millennials, siempre atados digitalmente, hicieron memes olvidando que podían ser afectados también. En aquellos días la moralidad parecía ...jóvenes que les gusta vivir en los cielos y luego no saben bajar ...
 
La chica paseaba sin pensar demasiado en el asunto por el coronavirus. Siempre quiso despreocuparse hasta el día que murió.
Su muerte conmocionó a pocas personas a pesar de su corta edad.
Los millennials, siempre atados digitalmente, hicieron memes olvidando que podían ser afectados también. En aquellos días la moralidad parecía ...jóvenes que les gusta vivir en los cielos y luego no saben bajar sin alas protectoras
 
La chica paseaba sin pensar demasiado en el asunto por el coronavirus. Siempre quiso despreocuparse hasta el día que murió.
Su muerte conmocionó a pocas personas a pesar de su corta edad.
Los millennials, siempre atados digitalmente, hicieron memes olvidando que podían ser afectados también. En aquellos días, la moralidad parecía no formar parte de la sociedad. Nadie se preguntaba cómo podía haber
Gente que os habéis hecho la pincha un lío. Tres palabras máximo y este es el fragmento a continuar ;)
 
La chica paseaba sin pensar demasiado en el asunto por el coronavirus. Siempre quiso despreocuparse hasta el día que murió.
Su muerte conmocionó a pocas personas a pesar de su corta edad.
Los millennials, siempre atados digitalmente, hicieron memes olvidando que podían ser afectados también. En aquellos días, la moralidad parecía no formar parte de la sociedad. Nadie se preguntaba cómo podía haber Icaros sin alas
 
La chica paseaba sin pensar demasiado en el asunto por el coronavirus. Siempre quiso despreocuparse hasta el día que murió.
Su muerte conmocionó a pocas personas a pesar de su corta edad.
Los millennials, siempre atados digitalmente, hicieron memes olvidando que podían ser afectados también. En aquellos días, la moralidad parecía no formar parte de la sociedad. Nadie se preguntaba cómo podía haber Icaros sin alas capaces de volar...
 
La chica paseaba sin pensar demasiado en el asunto por el coronavirus. Siempre quiso despreocuparse hasta el día que murió.
Su muerte conmocionó a pocas personas a pesar de su corta edad.
Los millennials, siempre atados digitalmente, hicieron memes olvidando que podían ser afectados también. En aquellos días, la moralidad parecía no formar parte de la sociedad. Nadie se preguntaba cómo podía haber Icaros sin alas capaces de volar acercándose al erebo
 
La chica paseaba sin pensar demasiado en el asunto por el coronavirus. Siempre quiso despreocuparse hasta el día que murió.
Su muerte conmocionó a pocas personas a pesar de su corta edad.
Los millennials, siempre atados digitalmente, hicieron memes olvidando que podían ser afectados también. En aquellos días, la moralidad parecía no formar parte de la sociedad. Nadie se preguntaba cómo podía haber Icaros sin alas capaces de volar acercándose al erebo. Sin embargo, hubo
 
La chica paseaba sin pensar demasiado en el asunto por el coronavirus. Siempre quiso despreocuparse hasta el día que murió.
Su muerte conmocionó a pocas personas a pesar de su corta edad.
Los millennials, siempre atados digitalmente, hicieron memes olvidando que podían ser afectados también. En aquellos días, la moralidad parecía no formar parte de la sociedad. Nadie se preguntaba cómo podía haber Icaros sin alas capaces de volar acercándose al erebo. Sin embargo, hubo una ocasión en
 
La chica paseaba sin pensar demasiado en el asunto por el coronavirus. Siempre quiso despreocuparse hasta el día que murió.
Su muerte conmocionó a pocas personas a pesar de su corta edad.
Los millennials, siempre atados digitalmente, hicieron memes olvidando que podían ser afectados también. En aquellos días, la moralidad parecía no formar parte de la sociedad. Nadie se preguntaba cómo podía haber Icaros sin alas capaces de volar acercándose al erebo. Sin embargo, hubo una ocasión en que un perspicaz
 
La chica paseaba sin pensar demasiado en el asunto por el coronavirus. Siempre quiso despreocuparse hasta el día que murió.
Su muerte conmocionó a pocas personas a pesar de su corta edad.
Los millennials, siempre atados digitalmente, hicieron memes olvidando que podían ser afectados también. En aquellos días la moralidad parecía haberse disuelto repentinamente
 
La chica paseaba sin pensar demasiado en el asunto por el coronavirus. Siempre quiso despreocuparse hasta el día que murió.
Su muerte conmocionó a pocas personas a pesar de su corta edad.
Los millennials, siempre atados digitalmente, hicieron memes olvidando que podían ser afectados también. En aquellos días, la moralidad parecía no formar parte de la sociedad. Nadie se preguntaba cómo podía haber Icaros sin alas capaces de volar acercándose al erebo. Sin embargo, hubo una ocasión en que un perspicaz Monje dijo así:
 
La chica paseaba sin pensar demasiado en el asunto por el coronavirus. Siempre quiso despreocuparse hasta el día que murió.
Su muerte conmocionó a pocas personas a pesar de su corta edad.
Los millennials, siempre atados digitalmente, hicieron memes olvidando que podían ser afectados también. En aquellos días, la moralidad parecía no formar parte de la sociedad. Nadie se preguntaba cómo podía haber Icaros sin alas capaces de volar acercándose al erebo. Sin embargo, hubo una ocasión en que un perspicaz monje dijo así:
-Quien volar ose
 
La chica paseaba sin pensar demasiado en el asunto por el coronavirus. Siempre quiso despreocuparse hasta el día que murió.
Su muerte conmocionó a pocas personas a pesar de su corta edad.
Los millennials, siempre atados digitalmente, hicieron memes olvidando que podían ser afectados también. En aquellos días, la moralidad parecía no formar parte de la sociedad. Nadie se preguntaba cómo podía haber Icaros sin alas capaces de volar acercándose al erebo. Sin embargo, hubo una ocasión en que un perspicaz monje dijo así:
-Quien volar ose tendrá que ser
 
La chica paseaba sin pensar demasiado en el asunto por el coronavirus. Siempre quiso despreocuparse hasta el día que murió.
Su muerte conmocionó a pocas personas a pesar de su corta edad.
Los millennials, siempre atados digitalmente, hicieron memes olvidando que podían ser afectados también. En aquellos días, la moralidad parecía no formar parte de la sociedad. Nadie se preguntaba cómo podía haber Icaros sin alas capaces de volar acercándose al erebo. Sin embargo, hubo una ocasión en que un perspicaz monje dijo así:
-Quien volar ose tendrá que ser un gran navegante
 
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