Hola a tod@s, necesito desahogarme.
Mi situación es rara porque resulta que como en algunos de nosotros es común tengo problemas con el alcohol por períodos. A ve es puedo controlar el uso que hago de él, otras lo dejo del todo, otras pierdo el control y la fuerza de voluntad.
Mi vida es más bien estable tras años de terapia y fuerza y amor, pero el alcohol es de las cosas que me viene a fastidiar la estabilidad de vez en cuando, y ahora resulta que mi pareja es un juerguista y el alcohol ha vuelto a llamar a mi puerta porque junto a él es fácil beber sin se tiene juzgada ni exagerada.
Él es capaz de.aguanatr sin beber semanas, no creo que tenga problemas como yo. No le.causa ansiedsd las ganas, no le obsesiona. Pero le gusta y bebe cuando le da la gana y cuando no quiere pues no bebe. Está claro.que una vez que empieza sí se encuentra en ocasiones, casi todas, abusando, no sabiendo parar, e incluso consumiendo cocaína o marihuana. Y ahí entro yo. Que no se entera de que para mí eso es jugar con mi vida en sentido literal y en esas estoy.
Por más que me.ve muerta en vida en las resacas,deprimida y desestabilizado, o me ve actitudes de adicta, sigue pegándose fiestas conmigo, me lleva a comprar droga si hemos bebido e insisto, bebe y se droga conmigo.
Me pregunto si es falta de amor por su parte,o falta de reconocer que él también tiene problemas, o que no entiende lo que me pasa, y concibe la vida desde otras perspectivas.
La cuestión es que su continuo quitar hierro al asunto me va a matar.
Quiero continuar con una vida estable como la que tantas veces tengo, quiero no faltar a mí trabajo, quiero que llegue el fin de semana y pensar en todo menos alcohol, quiero criar a mí hijo en sobriedad y amor propio, y creo que a su lado me será más difícil llegar a esto, por más que él no tenga un trastorno y yo si.
Y como fin de esto tan largo añado que según escribía me daba cuenta de la gravedad que yo no estaba queriendo ver
Mi situación es rara porque resulta que como en algunos de nosotros es común tengo problemas con el alcohol por períodos. A ve es puedo controlar el uso que hago de él, otras lo dejo del todo, otras pierdo el control y la fuerza de voluntad.
Mi vida es más bien estable tras años de terapia y fuerza y amor, pero el alcohol es de las cosas que me viene a fastidiar la estabilidad de vez en cuando, y ahora resulta que mi pareja es un juerguista y el alcohol ha vuelto a llamar a mi puerta porque junto a él es fácil beber sin se tiene juzgada ni exagerada.
Él es capaz de.aguanatr sin beber semanas, no creo que tenga problemas como yo. No le.causa ansiedsd las ganas, no le obsesiona. Pero le gusta y bebe cuando le da la gana y cuando no quiere pues no bebe. Está claro.que una vez que empieza sí se encuentra en ocasiones, casi todas, abusando, no sabiendo parar, e incluso consumiendo cocaína o marihuana. Y ahí entro yo. Que no se entera de que para mí eso es jugar con mi vida en sentido literal y en esas estoy.
Por más que me.ve muerta en vida en las resacas,deprimida y desestabilizado, o me ve actitudes de adicta, sigue pegándose fiestas conmigo, me lleva a comprar droga si hemos bebido e insisto, bebe y se droga conmigo.
Me pregunto si es falta de amor por su parte,o falta de reconocer que él también tiene problemas, o que no entiende lo que me pasa, y concibe la vida desde otras perspectivas.
La cuestión es que su continuo quitar hierro al asunto me va a matar.
Quiero continuar con una vida estable como la que tantas veces tengo, quiero no faltar a mí trabajo, quiero que llegue el fin de semana y pensar en todo menos alcohol, quiero criar a mí hijo en sobriedad y amor propio, y creo que a su lado me será más difícil llegar a esto, por más que él no tenga un trastorno y yo si.
Y como fin de esto tan largo añado que según escribía me daba cuenta de la gravedad que yo no estaba queriendo ver
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