AgustinCasas
Usuario
Hola, compañerxs.
He tenido un problema que me ha dejado desconcertado.
Como habéis demostrado, a mi entender, una amplia sensatez,
quisiera consultaros una cuestión. Parece una tontería pero me preocupa.
Resulta que participo en un chat de WhatsApp.
Andaba yo con mis paranoyas gatunas,
como tuve y pronto recuperaré a mis gatas,
publiqué una fotico (aquí abajo la pongo)
que salen las dos.
La cosa es que, como la naranja me arañaba cuando la
acariciaba, cuanto más le gustaba más fuerte,
se me dio por acusarla, en broma, de pervertida.
A la dueña le hizo gracia. La morena era aún más
cariñosa pero tranquila. Las dos me andaban buscando
buena parte del día.
Y siempre les estaba buscando nombres que me parecían graciosos.
Pero cuando las llamé "mis putillas", la dueña se meó de risa.
Ella, cuando hablaba con su madre, empezó a llamarlas también así.
Total, que se quedaron con ese apelativo conjunto: "mis putillas".
Pues bien, digo que ¡cómo echo de menos a mis putillas! en el chat,
cuelgo esta foto:

y bromeo: "voy a tener que tomar unos valium pa aguantar la espera".
Pues se me han echado encima, que las llame de otra manera, que es ofensivo
"putillas", en fin, algo imprevisto.
En este punto me pregunto si soy yo que no puedo verlo o son ellos un tanto "especialitos".
Yo no encuentro ofensivo llamarlas así, ni para las gatas ni para las reivindicaciones feministas.
No creo que, en este contexto, sea malsonante. Pero ha sido tal el consenso que me he preocupado.
Al final voy a ser yo el "especialito" y será de muy mal gusto llamar a mis gatas "mis putillas".
Agradecería cualquier opinión porque estoy hecho un lío. Sin ánimo de ninguna controversia,
sólo para saber diferentes puntos de vista y entender qué ha pasado. ¡Con lo que yo las quiero!
He tenido un problema que me ha dejado desconcertado.
Como habéis demostrado, a mi entender, una amplia sensatez,
quisiera consultaros una cuestión. Parece una tontería pero me preocupa.
Resulta que participo en un chat de WhatsApp.
Andaba yo con mis paranoyas gatunas,
como tuve y pronto recuperaré a mis gatas,
publiqué una fotico (aquí abajo la pongo)
que salen las dos.
La cosa es que, como la naranja me arañaba cuando la
acariciaba, cuanto más le gustaba más fuerte,
se me dio por acusarla, en broma, de pervertida.
A la dueña le hizo gracia. La morena era aún más
cariñosa pero tranquila. Las dos me andaban buscando
buena parte del día.
Y siempre les estaba buscando nombres que me parecían graciosos.
Pero cuando las llamé "mis putillas", la dueña se meó de risa.
Ella, cuando hablaba con su madre, empezó a llamarlas también así.
Total, que se quedaron con ese apelativo conjunto: "mis putillas".
Pues bien, digo que ¡cómo echo de menos a mis putillas! en el chat,
cuelgo esta foto:

y bromeo: "voy a tener que tomar unos valium pa aguantar la espera".
Pues se me han echado encima, que las llame de otra manera, que es ofensivo
"putillas", en fin, algo imprevisto.
En este punto me pregunto si soy yo que no puedo verlo o son ellos un tanto "especialitos".
Yo no encuentro ofensivo llamarlas así, ni para las gatas ni para las reivindicaciones feministas.
No creo que, en este contexto, sea malsonante. Pero ha sido tal el consenso que me he preocupado.
Al final voy a ser yo el "especialito" y será de muy mal gusto llamar a mis gatas "mis putillas".
Agradecería cualquier opinión porque estoy hecho un lío. Sin ánimo de ninguna controversia,
sólo para saber diferentes puntos de vista y entender qué ha pasado. ¡Con lo que yo las quiero!