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Textos.
- Autor Duathor
- Fecha de inicio
Neo
Admin
Mialisa
Usuario veterano
Enhorabuena cielo!!
Angelcaido
Superusuario
Aaaayyyyy que grande que es mi peque
Duathor
Usuario veterano
Sabes que siempre tengo razón
No sabes parar. No puedes hacerlo. Incluso diría que no quieres hacerlo. Te gusta demasiado...
Luego el corazón late más rápido en un intento de convencerte de que no me escuches. Pero yo soy más fuerte.
Mi voz suena alto en tu cabeza y no, no me vas a callar tan fácilmente.
Me pusiste un nombre, depresión. Quisiste darme forma de un perro negro al que puedes amaestrar. Qué ingenua eres.
Por ahora no lo estás consiguiendo, no.
No sabes parar. No puedes hacerlo. Incluso diría que no quieres hacerlo. Te gusta demasiado...
Luego el corazón late más rápido en un intento de convencerte de que no me escuches. Pero yo soy más fuerte.
Mi voz suena alto en tu cabeza y no, no me vas a callar tan fácilmente.
Me pusiste un nombre, depresión. Quisiste darme forma de un perro negro al que puedes amaestrar. Qué ingenua eres.
Por ahora no lo estás consiguiendo, no.
Duathor
Usuario veterano
¡No soy así!
Yo no soy esta, la que a veces no quiere estar sola, y la que a menudo siente que solo quiere tener a la soledad como única compañera.
No quiero, no me gusta, en realidad odio, tener esta sensación tan profunda y dolorosa de tristeza en mi interior. Una que ha invadido toda mi vida, todo lo que era... porque ahora no soy más que alguien que se aferra a la rutina, porque es lo único que tiene seguro.
Y sé que tengo que cambiar muchas cosas, pero no sé cómo. No tengo energía...
Yo no soy esta, la que a veces no quiere estar sola, y la que a menudo siente que solo quiere tener a la soledad como única compañera.
No quiero, no me gusta, en realidad odio, tener esta sensación tan profunda y dolorosa de tristeza en mi interior. Una que ha invadido toda mi vida, todo lo que era... porque ahora no soy más que alguien que se aferra a la rutina, porque es lo único que tiene seguro.
Y sé que tengo que cambiar muchas cosas, pero no sé cómo. No tengo energía...
Duathor
Usuario veterano
No sabe nadie lo mucho que te extraño,
la cantidad de lágrimas que estos ojos derraman,
lo profundo que se clavó el puñal en mi alma.
Parece que fue ayer… y ya han pasado seis años.
Tanto tiempo ha tenido la agonía para instalarse en mí,
una tristeza que se presenta con el recuerdo de tu huida.
Vete, vete y sé libre.
Maldita frase.
Maldito sea el destino que me separó de ti.
Maldita sea yo por no tener en cuenta tus sentimientos.
Hoy me duermo en los portales esperando tu regreso.
Aunque la noche te robó el aliento,
necesito ignorar la realidad… un poco más.
la cantidad de lágrimas que estos ojos derraman,
lo profundo que se clavó el puñal en mi alma.
Parece que fue ayer… y ya han pasado seis años.
Tanto tiempo ha tenido la agonía para instalarse en mí,
una tristeza que se presenta con el recuerdo de tu huida.
Vete, vete y sé libre.
Maldita frase.
Maldito sea el destino que me separó de ti.
Maldita sea yo por no tener en cuenta tus sentimientos.
Hoy me duermo en los portales esperando tu regreso.
Aunque la noche te robó el aliento,
necesito ignorar la realidad… un poco más.
Nora22
Usuario veterano
Mi mariposa
Eres la mariposa que me da esperanza, que está a mi lado en los momentos buenos y malos.
Eres la mariposa que vate sus alas detrás de mí, empujándome a seguir.
Eres la mariposa que me ilumina en la oscuridad, y me alumbra en el camino de la felicidad.
Mi mariposa, mi corazón, mi vida, mi amor.
-Nora-
Eres la mariposa que me da esperanza, que está a mi lado en los momentos buenos y malos.
Eres la mariposa que vate sus alas detrás de mí, empujándome a seguir.
Eres la mariposa que me ilumina en la oscuridad, y me alumbra en el camino de la felicidad.
Mi mariposa, mi corazón, mi vida, mi amor.
-Nora-
Nora22
Usuario veterano
No sabes como necesito tu voz,
necesito tus miradas
aquellas palabras que siempre me llenaban,
necesito tu paz interior,
necesito la luz de tus labios.
¡Ya no puedo seguir así!
Ya... no puedo.
Mi mente no quiere pensar
no puede nada mas que pensar en ti.
Necesito la flor de tus manos
aquella paciencia de todos tus actos
con aquella justicia que me inspiras
para lo que siempre fue mi espina.
-Nora-
necesito tus miradas
aquellas palabras que siempre me llenaban,
necesito tu paz interior,
necesito la luz de tus labios.
¡Ya no puedo seguir así!
Ya... no puedo.
Mi mente no quiere pensar
no puede nada mas que pensar en ti.
Necesito la flor de tus manos
aquella paciencia de todos tus actos
con aquella justicia que me inspiras
para lo que siempre fue mi espina.
-Nora-
Nora22
Usuario veterano
Me tienes y soy tuya.
Tan cerca una de la otra
como la carne de los huesos.
tan cerca una de la otra
y, a menudo, ¡Tan lejos!
Tu me dices a veces que me encuentras cerrada,
como de piedra dura, como envuelta en secretos,
impasible, remota... y tu quisieras tuya
la llave del misterio...
Si no la tiene nadie... No hay llave. No yo misma,
¡Ni yo misma la tengo!
-Nora-
Tan cerca una de la otra
como la carne de los huesos.
tan cerca una de la otra
y, a menudo, ¡Tan lejos!
Tu me dices a veces que me encuentras cerrada,
como de piedra dura, como envuelta en secretos,
impasible, remota... y tu quisieras tuya
la llave del misterio...
Si no la tiene nadie... No hay llave. No yo misma,
¡Ni yo misma la tengo!
-Nora-
Duathor
Usuario veterano
A veces piensas que todo ha acabado, pero lo único que ha pasado es que los actores se han marchado. El telón sigue abierto, a la espera de que el director de la obra aparezca y se despida.
En esos instantes en los que parece que el tiempo continúa como si nada pasara, todo se detiene. Nadie espera nada porque está convencido de que lo que han visto, lo que ven e incluso la normalidad de lo que verán sus ojos, es lo que ha de ser.
No debe haber lugar para los imprevistos, y menos aún para las desgracias. No se piensa en ello porque procuramos mantenernos alejados del sufrimiento, de la preocupación y del dolor. Es lógico: queremos vivir y queremos que esa sea una vida estable.
Pero estamos a merced de las consecuencias de nuestros actos. Siempre lo estamos.
El destino, la causa-efecto, o como le queramos llamar, es el ganador de la carrera, y al mismo tiempo el que nos mantiene con el impulso de continuar ignorando aquello que nos pueda hacer mal.
En esos instantes en los que parece que el tiempo continúa como si nada pasara, todo se detiene. Nadie espera nada porque está convencido de que lo que han visto, lo que ven e incluso la normalidad de lo que verán sus ojos, es lo que ha de ser.
No debe haber lugar para los imprevistos, y menos aún para las desgracias. No se piensa en ello porque procuramos mantenernos alejados del sufrimiento, de la preocupación y del dolor. Es lógico: queremos vivir y queremos que esa sea una vida estable.
Pero estamos a merced de las consecuencias de nuestros actos. Siempre lo estamos.
El destino, la causa-efecto, o como le queramos llamar, es el ganador de la carrera, y al mismo tiempo el que nos mantiene con el impulso de continuar ignorando aquello que nos pueda hacer mal.
Duathor
Usuario veterano
Muere el amor cuando no lo cuidas,
cuando tu ego se alimenta de la ira,
cuando dejas pasar el tiempo
y no me observas. Ni una vez.
Los pétalos de las flores caen cada día,
con desesperanza y tristeza,
como si supieran que nada va a cambiar.
Ese regalo que me diste convertido en una ironía,
en los ojos de un payaso inundados de lágrimas,
en un camino lleno de espinas que desangra mis pies,
en una tormenta que no quiere cesar.
Duele tu abandono.
Duele como si me clavaran mil cuchillos en el alma.
cuando tu ego se alimenta de la ira,
cuando dejas pasar el tiempo
y no me observas. Ni una vez.
Los pétalos de las flores caen cada día,
con desesperanza y tristeza,
como si supieran que nada va a cambiar.
Ese regalo que me diste convertido en una ironía,
en los ojos de un payaso inundados de lágrimas,
en un camino lleno de espinas que desangra mis pies,
en una tormenta que no quiere cesar.
Duele tu abandono.
Duele como si me clavaran mil cuchillos en el alma.
Nora22
Usuario veterano
1. El tiempo es el mejor aliado, solía decir mi abuelo. Y no podía estar más en lo cierto. Cuando mi novio me dejó por otra mujer, pensé que mi mundo se había acabado. Pero el tiempo siguió su curso y poco a poco fui sanando mi corazón roto. Ahora, varios años después, puedo decir con certeza que mi vida es mucho mejor sin él. Y aunque nunca pensé que diría esto, estoy agradecida por la lección que aprendí gracias al tiempo: que las heridas sanan, que el dolor no es eterno y que siempre hay luz al final del túnel.
Nora22
Usuario veterano
2. El tiempo es el mejor aliado cuando se trata de amor, pensó Ana mientras miraba por la ventana de su apartamento. Recordó cómo, hace unos años, había sufrido una decepción amorosa que la dejó destrozada. Sin embargo, con el tiempo, ese dolor se convirtió en aprendizaje y en una oportunidad para conocerse mejor a sí misma. Ahora, había encontrado a alguien que la hacía sentir completa y feliz, y sabía que era gracias a todas las experiencias que había vivido hasta ese momento. Se sintió agradecida por el tiempo que le había dado la oportunidad de sanar su corazón y por permitirle encontrar a la persona adecuada en el momento adecuado. Ana sonrió mientras veía la lluvia caer, sintiéndose afortunada por haber encontrado el amor verdadero gracias a la paciencia y el paso del tiempo.
Nora22
Usuario veterano
3. El tiempo es el mejor aliado para superar el miedo, pensó Juan mientras se preparaba para dar su discurso. Había temido hablar en público durante años, pero con la ayuda de un terapeuta y la práctica constante, había logrado controlar su ansiedad y superar su miedo. Finalmente, llegó el momento de enfrentar a su audiencia y, aunque temblaba por dentro, se sintió seguro de sí mismo. Una vez que comenzó a hablar, todo su miedo desapareció y se sintió libre. Después de su discurso, muchos lo felicitaron por su valentía y coraje, pero él sabía que el verdadero héroe era el tiempo que le dio la oportunidad de superar su miedo.
Nora22
Usuario veterano
4. El tiempo es el mejor aliado para olvidar el terror psicológico, pero a veces las pesadillas se vuelven reales. Eso fue lo que pensó Lucía cuando regresó a la casa donde vivía con su exmarido abusivo. Había pasado un año desde que se mudó lejos de él y pensó que estaba lista para enfrentar sus miedos. Pero en cuanto pisó la casa, todas las emociones volvieron a surgir. Sintió que algo no estaba bien y que su exmarido aún estaba allí, acechándola. Pero cuando se giró, se dio cuenta de que no había nadie. Solo su mente jugándole malas pasadas. Se recordó a sí misma que el tiempo es el mejor aliado y que ella era más fuerte que su miedo. Lentamente, comenzó a recuperar su confianza y a sanar sus heridas psicológicas.
Nora22
Usuario veterano
5. El tiempo es el mejor aliado, solía pensar Ana cada vez que se encontraba ante una situación difícil. Pero un día, mientras reflexionaba sobre su vida, se dio cuenta de que esa afirmación no era completamente cierta.
El tiempo podía ser un gran aliado, sí, pero también podía ser un enemigo implacable si no se sabía aprovechar de la manera adecuada. Había dejado pasar tantas oportunidades por creer que el tiempo lo solucionaría todo, que se encontraba atrapada en un presente que no la hacía feliz.
Fue entonces cuando decidió tomar las riendas de su vida y hacer que el tiempo trabajara a su favor. No podía volver atrás en el tiempo, pero sí podía tomar decisiones que le permitieran crear un futuro mejor. El tiempo se convirtió en su aliado cuando aprendió a valorarlo y a utilizarlo de manera consciente.
Ahora, cada vez que alguien le decía que el tiempo era el mejor aliado, Ana les respondía con una sonrisa: "El tiempo es un aliado poderoso, siempre y cuando sepamos cómo utilizarlo sabiamente".
El tiempo podía ser un gran aliado, sí, pero también podía ser un enemigo implacable si no se sabía aprovechar de la manera adecuada. Había dejado pasar tantas oportunidades por creer que el tiempo lo solucionaría todo, que se encontraba atrapada en un presente que no la hacía feliz.
Fue entonces cuando decidió tomar las riendas de su vida y hacer que el tiempo trabajara a su favor. No podía volver atrás en el tiempo, pero sí podía tomar decisiones que le permitieran crear un futuro mejor. El tiempo se convirtió en su aliado cuando aprendió a valorarlo y a utilizarlo de manera consciente.
Ahora, cada vez que alguien le decía que el tiempo era el mejor aliado, Ana les respondía con una sonrisa: "El tiempo es un aliado poderoso, siempre y cuando sepamos cómo utilizarlo sabiamente".