Hola,
@Savemar 
no sé qué edad tiene tu hija, pero conforme te leo imagino que es joven. Cuatro meses es poco tiempo para recuperarse cuando uno tiene un sufrimiento que le ha llevado a querer terminar con todo. En cuestión de carreras, trabajos y profesiones, elegir hacia dónde encaminas tu vida en ese sentido (reversible toda decisión, por otra parte, porque tampoco hay nada irrevocable) es muy difícil en esa situación. No se trata de que una persona esté siendo veleidosa/inconstante, sino que es muy difícil tomar decisiones desde una casa que se está demoliendo/construyendo/amueblando (entiéndase la casa como la mente, y el proceso de reconstruir o amueblar pensamiento como el trabajo que uno hace en una terapia). Es muy lógico que en medio de este proceso el ánimo, las ganas y la disposición fluctúen, más si ella está sintiendo la presión de que "hay que hacer cosas" (que
ya bastante está haciendo si está trabajando en terapia! aunque no tenga resultado como expectativa quizá de tener algo o conseguir algo "visible" y concreto, pero es Todo en este momento) y, como es lógico, se revuelve contra ello o se hunde bajo esta presión. Si encima se está sintiendo insuficiente para cumplimentar lo que se supone que deberían ser logros, el autoconcepto también fluctúa. Entonces quizá hay conceptos como "caprichos" que quizá los tendríamos que apartar, porque el "tomar y dejar" cosas no ocurre porque sí. Y desde luego con un dibujo o un libro encuentro que es maravilloso ejercer la libertad de no acabarlos, y no me parece (de corazón) patológico eso en absoluto.
Con la ninfita ya no sé qué decirte. Porque del mismo modo que uno está amueblando la casa y esto interfiere en las decisiones, quizá en ese momento uno no está preparado para cuidar de otro ser vivo sin ayuda. Aunque también por otro lado se sostiene que "mascotas" (palabra que personalmente se me atraganta) son buenas para el apoyo emocional, y para entrenar la "responsabilidad". Pero es que creo que tampoco en esto es que uno no quiera ser responsable, sino que no sabe como o directamente está "en obras" mentalmente y no puede hacerlo. Yo tengo compañeros animales y los adoro, y es cierto que un animal trae amor a la vida de uno, pero uno puede no estar preparado para cuidarlo, así que quizá tu hija necesita que la apoyes en el cuidado de la avecita. Pero vamos esto ya es una suposición porque igual no es así y te sorprende.
Mucho ánimo en cualquier caso. Cuatro meses es muy poco tiempo; presión no es lo mismo que responsabilidad, y ahora a lo mejor lo que más ayuda es promover un ambiente tranquilo con la menos presión posible para que tu hija se pueda centrar en recuperarse.