BuenaMalaGente
Usuario
Sé que se ha hablado mucho en el foro de este tema en concreto, pero me gustaría aportar mi pequeño granito de arena por si a alguien le viniese bien. En resumidas cuentas, que se puede salir de ese infierno, que la sinceridad y el amor/amistad son claves, y que con un poco de nuestra parte se puede conseguir.
Os cuento, durante años estuve consumiendo entre uno y dos gramos de cocaína diarios, durante muuuchos años. Tal es así que, cuando nació mi hijo, dejé a mi mujer sola en el hospital durante ocho o nueve horas mientras yo me ponía hasta arriba en casa. Me pongo a llorar solo de pensarlo, pero es algo que hice y no puedo volver atrás en el tiempo para remediarlo. Me odio por ello. Eso es, quizá, lo peor que he podido hacer en mi vida. Lo digo para que veáis hasta qué punto llegó a dominarme el consumo de esa mierda.
Tres años o cuatro años más tarde tuve la valentía de confesarle a mi mujer que era consumidor habitual de cocaína. Sabía que eso iba a acabar con el matrimonio, pero no podía seguir mintiendo a la persona a la que más quería y quiero en mi vida. Para mi sorpresa, entre llantos y llantos, no solo no me abandonó, sino que nos pusimos a hacer cuentas de lo que debía al banco (con esos consumos me había ventilado los ahorros de toda mi vida y debía dinero en préstamos personales), cogió el dinero que estábamos guardando para el niño para saldar mis deudas, y aplicamos unas estrictas medidas de control de gasto (no podía gastar más de 5€ diarios). Como es normal, ella me controlaba las cuentas y hasta hace poco no he podido tener acceso a mi propio dinero.
No sé por qué me drogaba, lo dejé "del tirón" y nunca tuve mono ni nada parecido. Si mi mujer no hubiese reaccionado con tanto amor no sé qué habría sido de mí; tuve un miedo atroz al confesárselo, pero si no lo hubiese hecho hoy no podría escribir esto.
Puntualizo lo que he puesto, por si a alguien le interesase:
Os cuento, durante años estuve consumiendo entre uno y dos gramos de cocaína diarios, durante muuuchos años. Tal es así que, cuando nació mi hijo, dejé a mi mujer sola en el hospital durante ocho o nueve horas mientras yo me ponía hasta arriba en casa. Me pongo a llorar solo de pensarlo, pero es algo que hice y no puedo volver atrás en el tiempo para remediarlo. Me odio por ello. Eso es, quizá, lo peor que he podido hacer en mi vida. Lo digo para que veáis hasta qué punto llegó a dominarme el consumo de esa mierda.
Tres años o cuatro años más tarde tuve la valentía de confesarle a mi mujer que era consumidor habitual de cocaína. Sabía que eso iba a acabar con el matrimonio, pero no podía seguir mintiendo a la persona a la que más quería y quiero en mi vida. Para mi sorpresa, entre llantos y llantos, no solo no me abandonó, sino que nos pusimos a hacer cuentas de lo que debía al banco (con esos consumos me había ventilado los ahorros de toda mi vida y debía dinero en préstamos personales), cogió el dinero que estábamos guardando para el niño para saldar mis deudas, y aplicamos unas estrictas medidas de control de gasto (no podía gastar más de 5€ diarios). Como es normal, ella me controlaba las cuentas y hasta hace poco no he podido tener acceso a mi propio dinero.
No sé por qué me drogaba, lo dejé "del tirón" y nunca tuve mono ni nada parecido. Si mi mujer no hubiese reaccionado con tanto amor no sé qué habría sido de mí; tuve un miedo atroz al confesárselo, pero si no lo hubiese hecho hoy no podría escribir esto.
Puntualizo lo que he puesto, por si a alguien le interesase:
- Se puede salir de ese infierno.
- Pide ayuda a tu pareja o a tus personas cercanas. No estás tan solo como parece.
- Elimina toda tentación. Borra mensajes, teléfonos, fotos, etc... Cualquier cosa que te recuerde a la cocaína debe desaparecer de tu vida.
- Solicita que te controlen el dinero. No es humillante, es necesario para no recaer. Justifica siempre todos tus gastos ante los demás.
- Ten esperanza.
Última edición: