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La intervención temprana en psicosis reduce las recaídas
La identificación y estudio de los múltiples factores -genéticos, neuroquímicos, psicológicos y familiares, entre otros- que inciden directamente sobre el origen y curso evolutivo de los trastornos psicóticos resultan de gran relevancia en el diseño de nuevas estrategias de intervención.
El abordaje multidisciplinar del paciente en las fases tempranas de las enfermedades mentales es ahora mismo uno de los grandes retos de la psiquiatría, según ha señalado José Luis Vázquez-Barquero, catedrático de Psiquiatría de la Universidad de Cantabria y jefe de Servicio del Hospital Marqués de Valdecilla.
Vázquez Barquero ha dirigido en Santander la IV Reunión Internacional sobre las Fases Tempranas de las Enfermedades Mentales, en la que han participado 400 expertos. Con el título Nuevos enfoques para la intervención en primeros episodios de psicosis, el psiquiatra ha pedido la ayuda de los profesionales de atención primaria, ya que la intervención temprana del clínico en las personas afectadas consigue efectos muy positivos, como la reducción del número de recaídas y de suicidios.
Desde la perspectiva de que la identificación temprana de la enfermedad previene "el deterioro y consigue mejorar la respuesta, incluso en países con un sistema sanitario desarrollado, como es el caso de España, hay que hacer un esfuerzo aún mayor desde las consultas de atención primaria y especializada, pues desde que el paciente desarrolla la enfermedad psicótica hasta que recibe tratamiento pueden pasar hasta cuatro o cinco años", ha precisado el especialista.
En opinión de Vázquez-Barquero, el largo periodo de detección de la enfermedad tiene repercusiones muy negativas en el trastorno del paciente, tanto en su deterioro psíquico como social. "Con frecuencia, la enfermedad mental se origina en las fases tempranas de la vida, por lo que la irrupción en plena juventud de un trastorno sin tratar durante años, en época de máximo desarrollo, afecta muy negativamente al ajuste psicosocial de los pacientes. De ahí la necesidad de implantar protocolos dirigidos a identificar a los pacientes lo más precozmente posible".
Por este motivo se persiguen nuevos enfoques y el desarrollo de estrategias novedosas para la detección de la enfermedad a través del análisis de múltiples perspectivas, como la genética o el papel del entorno psicosocial.
"En los últimos años se han producido notables avances, y, de hecho, los programas de intervención que se desarrollan en Cantabria, en los que se incorporan estrategias de intervención farmacológica, pero también psicoeducativas, son referentes de programas nacionales e internacionales, y están arrojando muy buenos resultados para la calidad de vida de los afectados".
Curso favorable
Para el catedrático, el programa de intervención temprana de la psicosis de Cantabria, redactado por su equipo en Valdecilla, es "altamente efectivo, facilita la reinserción social y laboral del paciente y reduce sus recaídas, además de que ha logrado disminuir el riesgo de suicidio. A pesar de la visión pesimista que se tenía respecto de los enfermos de psicosis en el pasado, hoy se sabe que un alto porcentaje de ellos van a tener un curso favorable".
A juicio del director de esta reunión científica, el éxito hay que buscarlo en la necesaria identificación temprana de la enfermedad, en un tratamiento farmacológico al que el enfermo se sienta adherido para evitar las recaídas y, como tercer elemento, en un abordaje psicoeducativo para que el paciente y la familia conozcan la relevancia de la enfermedad y sus consecuencias. "El factor más importante de las recaídas es el abandono del tratamiento, por lo que el elemento de adherencia en las psicosis es un factor clave para el éxito o el fracaso final".
Igualmente, se hace necesaria, a juicio del catedrático, la adopción de un patrón de vida saludable, evitando factores de estrés y el consumo de tóxicos, especialmente el cannabis, "una sustancia que en pacientes vulnerables propicia la aparición de la enfermedad, a pesar de la visión light que tiene la sociedad en este sentido.
El cannabis es una sustancia que en los pacientes vulnerables o con predisposición a la psicosis puede conducir a la enfermedad o agravar su curso evolutivo".