Hola
@Eleonor. Te leo y te siento triste. Te envío un abrazo, no estás sola.
Mira, yo de niña no creía en el amor, creía en el romance y en los cuentos de príncipes y eso. De adulta eso se me fue... y seguí sin creer en el amor (en lo que yo llamo amor) hasta que cumplí treinta y largos.
Para mí el amor no es que sea la respuesta a todo, sino que es todo. Eso sí, no tiene que ver con romance ni enamoramiento. Que son dos cosas que están muy bien, eh... y que pueden hacer la vida más divertida o más bonita... pero para mí Amor es distinto. Yo "choqué" con él. Me di cuenta de que era mi vida, de que era todo. Una energía, si quieres llamarlo así, que cuando la "doy", me la doy. Nunca se agota. Es lo que conecta personas. Es el Sentimiento por excelencia desde el ser completo que soy, infinito comparado a una reacción desde mis heridas o desde fragmentos/partes de mí. Por eso, porque procede de mi ser completo, es lo más real que conozco... más bien lo más real que puedo sentir.
Hablas de expectativas. Expectativas para mí son contrarias a amor. Porque la base de una expectativa es cumplir una serie de condiciones, y el amor como yo lo entiendo, o es incondicional, o no es. Desde pequeños a algunos nos han educado en el afecto condicionado. "Te amaré si te portas bien (y si no, no te amaré)". "Te amaré si te quedas conmigo (si decides irte, ya no te amaré)". "Te amaré si haces lo que quiero (y si no haces lo que yo quiero, será porque no me amas)". Se nos ha educado en cumplir expectativas y ser desgraciados por decepcionar a otros (...y a nosotros mismos...) si no las cumplimos :(. Nadie nos ha explicado, tampoco, que si no hay presencia eso no significa que no haya amor. Vinculamos amor a presencia, a condiciones y a posesión... cuando condiciones y posesión son contrarias a amor, y presencia no es una condición necesaria para que amor exista (o si no, díselo al que te ama y por cualquier razón no puede o no quiere estar compartiendo espacio o tiempo contigo). Así llegamos a la edad adulta llamando a amor a cosas como posesión, pertenencia... conceptos que usamos para objetos y no para personas. Hablamos de "perder" a alguien si ese alguien por libertad se aleja, como si las personas pudieran "perderse". Es triste si lo piensas. No es culpa nuestra; gran parte del sistema está diseñado para "aprender" esto, para tratarnos a nosotros mismos como objetos (tener que
ser "algo", tener que ser "el mejor", tener que ser "guapo" según los cánones de belleza actuales, mil etcéteras) sin darnos cuenta, y para tratar a otras personas de igual manera: como objetos. Lo vemos todo a través de la estrecha mirada de las condiciones: "si se va, es que no me ama". "Si no cumple mis expectativas, para qué amar".
Aunque suene muy extraño, para mí el amor no necesita ser correspondido. Lo tengo en mí, siempre. Cuando lo doy, me lo doy. No se me acaba nunca. No depende de lo que haga otro, que yo lo sienta. Eso sí, si por "correspondido" entiendes que, en el camino de vida, aparecerá alguien que desde su libertad desee compartir su camino contigo (romance mediante, pero mucho más allá de lo que un simple romance podría ser), no hay razón para que eso no ocurra. Entre tanto, mientras caminamos, no estamos obligados a maltratarnos a nosotros mismos (a tratarnos como si fueramos cosas). Digo esto porque, si pretendes que otra persona cumpla tus expectativas, es porque sin darte cuenta haces igual contigo mism@. Y a lo mejor llega un momento que caemos en el error, en la desgracia, de odiarnos a nosotros mismos por no cumplir expectativas que son muy poco importantes, muy poco significativas al lado de lo que amor es.
De modo que sí, para mí, amor es Todo. Ni siquiera creo que exista el "amor propio" por separado del amor hacia los demás. Es exactamente el mismo. El amor hacia "el exterior" no bloquea ni impide el amor hacia "el interior", sino al contrario. Amarme a mí no significa amar menos a otros, sino todo lo contrario. Es como si la piel se diluyera y el alma se abriera como una puerta, permitiendo que salga y entre luz al mismo tiempo, y esa "irradiación" equilibra e iguala "dentro" a "fuera".
Un gran abrazo. Perdóname por escribir tanto; si las palabras han alcanzado para aliviar parte de la presión que pudieras estar sintiendo, entonces hice bien en escribirte.