Aquí os dejo algunas conclusiones del V Simposio sobre el trastorno limite de la personalidad
EL vínculo con la madre ES determinante
Las vivencias de la infancia, en el origen del trastorno límite de personalidad
El Instituto Trastorno Límite ha
celebrado en Barcelona el V Simposio sobre el trastorno, con el apoyo de
Capio Hospital General de Cataluña.
Los psiquiatras Enrique García Bernardo, Miquel Gasol y
Néstor Szerman, en el simposio Trastorno Límite de la Personalidad.
(Jaume Cosialls)
El trastorno límite de la personalidad es uno de los
grandes retos de la psiquiatría. A pesar de que las investigaciones
apuntan a factores biológicos en su aparición, cada vez más expertos
ponen el acento en la importancia de las vivencias de la infancia. Y, en
concreto, en la relación con el cuidador principal (normalmente, la
madre) y en los traumas.
Enrique García Bernardo, psiquiatra del Hospital
Gregorio Marañón (Madrid), ha explicado que "la calidad del vínculo con
la madre predice los posteriores vínculos que una persona establecerá en
su vida. Precisamente, las personas con un trastorno límite tienen
muchos problemas en su relaciones". A su juicio, un buen vínculo entre
la madre y el niño sería aquel en el que "hay confianza, estabilidad y
persistencia; que el niño sienta que su madre estará para él". Asimismo,
el papel de los abusos psicológicos y físicos parece tener una gran
relevancia en el origen de este trastorno. "Como el abandono, que no se
satisfagan las necesidades del niño. Pero el peor trauma son los abusos
sexuales: según algunos estudios, el 60 por ciento de estos pacientes
han sufrido abusos sexuales".
Llegados a la adolescencia, los problemas pueden
agravarse. Néstor Szerman, psiquiatra del Hospital Virgen de la Torre
(Madrid), ha recordado que "hay distintos fenotipos del trastorno límite
de la personalidad. Es habitual ver a adolescentes que han comenzado
con un trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) y que
luego son límites. Representan un 10 por ciento de los
casos". Asimismo, entre los adolescentes que sufren este trastorno es
muy frecuente el consumo de sustancias adictivas, lo que puede agravar
la patología. "Los límites que sufren TDAH suelen consumir más
cannabis, cocaína y tabaco, mientras que los que no sufren TDAH tienen
un perfil más depresivo, con más ansiedad y tendencia al consumo de
alcohol o analgésicos opioides".
Los profesionales que trabajan con pacientes con
trastorno límite saben que el trato puede ser muy complicado. "El primer
año es especialmente duro: ponen a prueba al terapeuta", expone Miquel
Gasol, director del Servicio de Psiquiatría del Hospital General de
Cataluña. Y el problema es que los límites son muy susceptibles
a cualquier signo de rechazo. A pesar de ello, la mayoría consiguen
mejorar clínicamente al cabo de los años si reciben un buen tratamiento,
aunque "sólo uno de cada cuatro consigue trabajar ocho horas al día".
EL vínculo con la madre ES determinante
Las vivencias de la infancia, en el origen del trastorno límite de personalidad
El Instituto Trastorno Límite ha
celebrado en Barcelona el V Simposio sobre el trastorno, con el apoyo de
Capio Hospital General de Cataluña.
Los psiquiatras Enrique García Bernardo, Miquel Gasol y
Néstor Szerman, en el simposio Trastorno Límite de la Personalidad.
(Jaume Cosialls)
El trastorno límite de la personalidad es uno de los
grandes retos de la psiquiatría. A pesar de que las investigaciones
apuntan a factores biológicos en su aparición, cada vez más expertos
ponen el acento en la importancia de las vivencias de la infancia. Y, en
concreto, en la relación con el cuidador principal (normalmente, la
madre) y en los traumas.
Enrique García Bernardo, psiquiatra del Hospital
Gregorio Marañón (Madrid), ha explicado que "la calidad del vínculo con
la madre predice los posteriores vínculos que una persona establecerá en
su vida. Precisamente, las personas con un trastorno límite tienen
muchos problemas en su relaciones". A su juicio, un buen vínculo entre
la madre y el niño sería aquel en el que "hay confianza, estabilidad y
persistencia; que el niño sienta que su madre estará para él". Asimismo,
el papel de los abusos psicológicos y físicos parece tener una gran
relevancia en el origen de este trastorno. "Como el abandono, que no se
satisfagan las necesidades del niño. Pero el peor trauma son los abusos
sexuales: según algunos estudios, el 60 por ciento de estos pacientes
han sufrido abusos sexuales".
Llegados a la adolescencia, los problemas pueden
agravarse. Néstor Szerman, psiquiatra del Hospital Virgen de la Torre
(Madrid), ha recordado que "hay distintos fenotipos del trastorno límite
de la personalidad. Es habitual ver a adolescentes que han comenzado
con un trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) y que
luego son límites. Representan un 10 por ciento de los
casos". Asimismo, entre los adolescentes que sufren este trastorno es
muy frecuente el consumo de sustancias adictivas, lo que puede agravar
la patología. "Los límites que sufren TDAH suelen consumir más
cannabis, cocaína y tabaco, mientras que los que no sufren TDAH tienen
un perfil más depresivo, con más ansiedad y tendencia al consumo de
alcohol o analgésicos opioides".
Los profesionales que trabajan con pacientes con
trastorno límite saben que el trato puede ser muy complicado. "El primer
año es especialmente duro: ponen a prueba al terapeuta", expone Miquel
Gasol, director del Servicio de Psiquiatría del Hospital General de
Cataluña. Y el problema es que los límites son muy susceptibles
a cualquier signo de rechazo. A pesar de ello, la mayoría consiguen
mejorar clínicamente al cabo de los años si reciben un buen tratamiento,
aunque "sólo uno de cada cuatro consigue trabajar ocho horas al día".