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La modestia extrema ¿Qué se esconde detrás de éste comportamiento?

  • Autor Autor Catalina
  • Fecha de inicio Fecha de inicio
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¿Quién no ha conocido a una persona modesta en extremo? Si, hasta esos extremos que nos hacen preguntar si la modestia será real y que incluso nos resulta molesta. Obviamente, la modestia no es un delito grave y mucho menos una psicopatología pero existen límites que, al sobrepasarlos, se podrían convertir en un obstáculo para nosotros mismos.


Heidi Grant, una psicóloga que se ha dedicado a estudiar la modestia en todos sus aspectos, apunta que esta característica es típica de las mujeres brillantes, mucho más que de los hombres y que en ocasiones el exceso de modestia se convierte en un autosabotaje ya que la persona desarrolla una serie de creencias erróneas sobre sus propias capacidades que les impide seguir adelante. Como resultado, estas personas suelen perder la confianza en sí mismos.


Curiosamente, la modestia podría comenzar como un mecanismo de defensa. Es decir, en muchas ocasiones estas personas eran halagadas con frecuencia por los logros que adquirían en su infancia. De esta forma, cada vez se sintieron más presionadas a traspasar sus propios límites para demostrar sus capacidades. En algún momento, esta tensión se transformó en modestia, una forma para decirle a los demás y a sí mismo que disminuyan sus expectativas. Obviamente, esta idea no es más que una teoría pero tendría mucho sentido.


En condiciones normales, la modestia es una táctica para manejar las impresiones y expectativas que los demás se forman de nosotros. De esta forma, reducimos el riesgo social que implicaría que los otros se sientan inferiores. La modestia en sí no implica una falta de confianza o de autoestima y, de hecho, en las culturas asiáticas es considerada como una virtud.


No obstante, en la cultura occidental donde el individualismo hace hincapié en la necesidad de presentarse a sí mismo como una persona única e independiente, la modestia no es tan bien vista. Tanto es así que entre los extraños es conveniente hacer gala de algunas de nuestras cualidades más positivas (basta pensar en el curriculum de trabajo que solemos confeccionar).


Obviamente, en otras ocasiones la modestia refleja una baja autoestima y en estos casos es particularmente dañina porque puede llegar a reducir al máximo la personalidad. Son las personas que no se tribuyen ningún éxito o capacidad de forma que sus propias características se van desdibujando, tanto para sí misma como ante los otros.


Pero independientemente de su origen, la modestia siempre tiene un costo social. Y es que a veces la modestia es percibida como un comportamiento sensible y de buen gusto pero en otros momentos se percibe como una pérdida de la competencia. Por ende, si deseamos desenvolvernos en esta cultura occidental, es oportuno saber cuando mostrar nuestra faceta modesta y cuando hacer gala de nuestras habilidades y logros. Después de todo, un justo equilibrio nunca viene mal.
 
Qué bien escribes, Carmela.
Pero estás hablado de "modestia extrema". Personas modestas si que conozco, pero "modestia extrema", pues yo diría que no.

La modestia "normal" (je, je, ) podría tener muchas razones, aparte de las que apuntas: falta de conocimiento sobre sus propias cualidades, o sobre las cualidades normales (es decir, no sabe uno si está sobre la media o bajo la media); miedo a ser presuntuoso; protección ante la probabilidad de fracaso; incluso búsqueda de la alabanza externa (si me muestro modesto, los demás tenderán a ensalzar las cualidades que yo minusvaloro o niego).

Pero esa modestia "extrema" sería patológico, ir continuamente arrastrándose por el suelo, una negatividad sobre sus propias cualidades. Esa persona difícilmente conseguiría empleo (quién iba a confiar), ni pareja (qué agobio). No sé si existirá tal tipo, pero yo no lo conozco.

Y las modestias "normales" pues supongo que son normales, que no tendrán ninguna o casi ninguna consecuencia negativa.

Saludos,
Xerart
 
Gracias por el artículo, Carmela.

Como bien dices, hay muchos tipos de modestia. Algunos son buenos y otros no tanto.

Me gustaría añadir que en la cultura occidental también hay subdiferencias entre el mundo latino y el anglosajón. Un norteamericano no tiene miedo de decir que "espera tener éxito", mientras que un latino, o incluso un europeo, tiende a ser más prudente. Tal vez tenga ve ver en parte con la religión, y con el impulso emprendedor que es mucho más fuerte en EEUU que en Europa. Aquí, mostrarse optimista y hablar bien de ti se puede considerar arrogancia, cuando no tiene por qué serlo.

Y qué decir de España en concreto, país donde el sentido del ridículo y el gusto por hacer leña del árbol caído son enormes. Y no digamos la envidia. Aquí, más vale ser prudente hasta el extremo, o lo puedes pasar muy mal.

Por último, recuerdo también una frase, no sé muy bien de dónde está sacada, que decía algo así: el exceso de modestia es una forma de arrogancia. Creo que también es cierto. Es un tipo de modestia excesiva que ya se da menos, antes era más común entre personas muy religiosas que se autodespreciaban, pero con el objetivo de sentirse moralmente superiores a los demás. Hoy en día aun se da, entre gente con convicciones morales muy fuertes que se cree en posesión de la verdad y cree que debe ser un referente moral para los demás. Este tipo de modestia es la que menos me gusta, porque es totalmente falsa.
 
Uyyy muy importante esto, me solía pasar en los cursos en la universidad que siempre hay alguien que quiere responder a todo o saberlo todo, para mí era maravilloso poder tener el conocimiento, pero aunque sepa la respuesta siempre me costó mucho opinar al inicio de la carrera, pero ya después como me metía mucho en los libro podía saber la respuesta y en caso que me consultaran respondía y era muy asertiva. El detalles está en que cuando esa modestia se convierte en una necesidad por que la persona se sienta "alabada", conlleva más bien a una clase de "narcisismo interior" que es a lo que dice Zaira, se creen conocedores de la única verdad, y se les nota a leguas que hasta estiran el cuello para dar sus puntos de vista que al final no son puntos de vista sino casi que imposiciones de lo que cree esa persona es lo correcto. Y en dado caso si alguien está en desacuerdo este otro se molesta y refuta su punto hasta llegar a ser aceptado. Pero bueno, me pareció super interesante Carmela, muchas gracias por compartirlo. Pura vida!!! :yociexpress01:
 
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