Desenfocado
Usuario veterano
NIEVE
Ha empezado a nevar,
del blanco cielo caen las cenizas del ancestral fuego,
pronto será su reflejo el asfalto negro.
A nadie veo en la calle,
qué desierta y serena,
a la tormenta se somete.
La ciudad desnuda, muere en su letargo.
Árboles, famélicos,
con sus miembros amputados.
Balcones y azoteas de blanco se cubren.
Visiones de la ciudad muerta...
Desde este lado se condensan las frías lágrimas,
que mi respiración sobre el vidrio ha destilado.
Se empaña esta ciclópea pecera
tiñéndose el cristal del calor exhalado.
Abro y extiendo una mano.
Un pedazo del cielo cae sobre mi palma,
y bajo el calor de mi alma
la ceniza se quiebra.
Cierro la ventana al blanco abismo,
atrás quedan mis pensamientos
para buscarte en nuestro mundo.
Ahí sigues, dormida...
como hace un instante infinito
busco el sutil contacto de tu piel,
que tu calor me envuelva
y que tu fuego me vista.
Ha empezado a nevar,
del blanco cielo caen las cenizas del ancestral fuego,
pronto será su reflejo el asfalto negro.
A nadie veo en la calle,
qué desierta y serena,
a la tormenta se somete.
La ciudad desnuda, muere en su letargo.
Árboles, famélicos,
con sus miembros amputados.
Balcones y azoteas de blanco se cubren.
Visiones de la ciudad muerta...
Desde este lado se condensan las frías lágrimas,
que mi respiración sobre el vidrio ha destilado.
Se empaña esta ciclópea pecera
tiñéndose el cristal del calor exhalado.
Abro y extiendo una mano.
Un pedazo del cielo cae sobre mi palma,
y bajo el calor de mi alma
la ceniza se quiebra.
Cierro la ventana al blanco abismo,
atrás quedan mis pensamientos
para buscarte en nuestro mundo.
Ahí sigues, dormida...
como hace un instante infinito
busco el sutil contacto de tu piel,
que tu calor me envuelva
y que tu fuego me vista.