Ave Fénix
Usuario veterano
Hola a todos, no se si es el sitio adecuado para colgar este post. Os cuento, una de mis grandes aficiones es la escritura. Desde que aprendí a escribir, nunca he dejado de hacerlo. Escribo de todo, poemas, relatos, diarios... Y hoy, mirando entre mis recuerdos y escritos, he encontrado un relato corto que escribí cuando tenía 15 años y me encantaría compartir con vosotros. Espero que os guste.
Su deseo era que llegase la noche, pues esperaba fervientemente ese momento para contemplar las estrellas y la luna a quien contaba noche tras noche lo triste que se sentía y la pena que le daba la preocupación que causaba en sus padres; pero nunca obtenía respuesta.
Cuando amanecía entristecía más, pues no podía entender la felicidad que infundía palacio, sus gentes, sus sirvientes…; carecían de bienes, oro… incluso muchos de ellos se veían obligados a pedid limosna, sin embargo poseían lo que más profundamente ansiaba la pobre princesa, felicidad.
Una noche le preguntó a la luna: ¿y si me despojase de mis vestidos, de mis joyas y de todo lo que poseo?, ¿y si huyese de palacio?, ¿sería feliz si me fuese de aquí?. Tal vez lo que me apene sea vivir en palacio, encerrada y necesite conocer otros mundos y otras gentes. Y pensó: Mañana por la noche huiré, dejaré mis tierras y me iré en busca de la felicidad. Pues sino la hallo en el lugar del que procedo iré en busca de ella.
Y así hizo la princesa, huyó montada en su precioso corcel blanco como la luna, a quién seguía cada noche. Y conoció otras tierras y otras gentes, pero la pobre princesa no halló lo que buscaba.
Y una noche cuando más la infundía la tristeza y la infelicidad y con más pena y ahogo lloraba, habló la luna y le preguntó: ¿porqué lloras niña? Y la princesa, incapaz de responder, alzó la mirada y con un pequeño hilo de voz, le contó a la luna todo cuanto había hecho por buscar la felicidad. A lo que la luna respondió: niña no llores, ¿no te has dado cuenta de que buscas donde no debes? Pues aunque creas que huyes de tu reino en realidad huyes de ti. Deja de lamentarte por lo que tienes o por lo que te falta, aprende a quererte, a mimarte, a cuidarte y así hallarás en tu interior la felicidad. Así, que al igual que fuiste valiente para abandonar sola tu reino, recorrer otras tierras y conocer otras gentes; se valiente para volver y aprender a ser feliz con lo que posees y eres. Y la luna dejó de hablar.
La princesa desdichada quedose pensando en las sabias palabras de la luna; y con una fuerza que jamás había sentido antes, se alzó, montó en su corcel y regresó a su reino. Pues acababa de darse cuenta que la felicidad siempre había estado cerca de ella, pero había sido incapaz de verla a través de sus ojos humanos, este era el error pues la felicidad tan solo la hallaría con el corazón.
BY MIO (así firmaba mis escritos por aquella época)
LA PRINCESA QUE BUSCABA LA FELICIDAD
En un reino muy lejano vivía una princesa, poseedora de todo cuanto pudiese desear. Era tan bella que todas las doncellas de la corte la envidiaban, además poseía los vestidos y joyas más lujosos y bellos del lugar. No había nadie quien pudiese igualarla, pues no era tan solo bella, era inteligente y elegante. Era admirada por príncipes y reyes de los diferentes lugares del mundo. Todos le habían pedido en matrimonio y ella no quiso aceptar a alguno. Pues no quería arrastrar a nadie a su infelicidad, ya que la princesa sentía un gran vacío en su interior que era incapaz de llenar y la hacía llorar sin parar todas las noches a la luz de la luna.Su deseo era que llegase la noche, pues esperaba fervientemente ese momento para contemplar las estrellas y la luna a quien contaba noche tras noche lo triste que se sentía y la pena que le daba la preocupación que causaba en sus padres; pero nunca obtenía respuesta.
Cuando amanecía entristecía más, pues no podía entender la felicidad que infundía palacio, sus gentes, sus sirvientes…; carecían de bienes, oro… incluso muchos de ellos se veían obligados a pedid limosna, sin embargo poseían lo que más profundamente ansiaba la pobre princesa, felicidad.
Una noche le preguntó a la luna: ¿y si me despojase de mis vestidos, de mis joyas y de todo lo que poseo?, ¿y si huyese de palacio?, ¿sería feliz si me fuese de aquí?. Tal vez lo que me apene sea vivir en palacio, encerrada y necesite conocer otros mundos y otras gentes. Y pensó: Mañana por la noche huiré, dejaré mis tierras y me iré en busca de la felicidad. Pues sino la hallo en el lugar del que procedo iré en busca de ella.
Y así hizo la princesa, huyó montada en su precioso corcel blanco como la luna, a quién seguía cada noche. Y conoció otras tierras y otras gentes, pero la pobre princesa no halló lo que buscaba.
Y una noche cuando más la infundía la tristeza y la infelicidad y con más pena y ahogo lloraba, habló la luna y le preguntó: ¿porqué lloras niña? Y la princesa, incapaz de responder, alzó la mirada y con un pequeño hilo de voz, le contó a la luna todo cuanto había hecho por buscar la felicidad. A lo que la luna respondió: niña no llores, ¿no te has dado cuenta de que buscas donde no debes? Pues aunque creas que huyes de tu reino en realidad huyes de ti. Deja de lamentarte por lo que tienes o por lo que te falta, aprende a quererte, a mimarte, a cuidarte y así hallarás en tu interior la felicidad. Así, que al igual que fuiste valiente para abandonar sola tu reino, recorrer otras tierras y conocer otras gentes; se valiente para volver y aprender a ser feliz con lo que posees y eres. Y la luna dejó de hablar.
La princesa desdichada quedose pensando en las sabias palabras de la luna; y con una fuerza que jamás había sentido antes, se alzó, montó en su corcel y regresó a su reino. Pues acababa de darse cuenta que la felicidad siempre había estado cerca de ella, pero había sido incapaz de verla a través de sus ojos humanos, este era el error pues la felicidad tan solo la hallaría con el corazón.
BY MIO (así firmaba mis escritos por aquella época)