Yo no puedo vivir sin música, es inconcebible, desde el momento que me levanto al momento que me acuesto, si es en casa en el hi-fi, si es en la calle en MP3 o Spotify. Y tengo que tener mucho cuidado, hay artistas a los que adoro como Leonard Cohen o Jeff Buckley a los que NO DEBO ESCUCHAR. Yo no tengo riesgos de euforia, sólo de depresión, por eso durante los meses fríos y lluviosos me paso todo el día escuchando Funk. La música la siento muy dentro, más que las letras, porque escucho mucha música instrumental o que a duras penas entiendo la letra, pero una melodía triste por la mañana puede joderte el día, hay que tener mucho cuidado con eso, yo la suelo dejar preparada del día anterior.