Fragmentos

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Neo

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España
Género
Masculino
«Hay ciudades tan descabaladas, tan faltas de sustancia histórica, tan traídas y llevadas por gobernantes arbitrarios, tan caprichosamente edificadas en desiertos, tan parcamente pobladas por una continuidad aprehensible de familias, tan lejanas de un mar o de un río, tan ostentosas en el reparto de su menguada pobreza, tan favorecidas por un cielo espléndido que hace olvidar casi todos sus defectos, tan ingenuamente contentas de sí mismas al modo de mozas quinceñas, tan globalmente adquiridas para el prestigio de una dinastía, tan dotadas de tesoros -por otra parte- que puedan ser olvidados los no realizados a su tiempo, tan proyectadas sin pasión pero con concupiscencia hacia el futuro, tan desasidas de una auténtica nobleza, tan pobladas de un pueblo achulapado, tan heroicas en ocasiones sin que se sepa a ciencia cierta por qué sino de un modo elemental y físico como el del campesino joven que de un salto cruza el río, tan embriagadas de sí mismas aunque en verdad el licor de que están ahítas no tenga nada de embriagador, tan insospechadamente en otro tiempo prepotentes sobre capitales extranjeras dotadas de dos catedrales y de varias colegiatas mayores y de varios palacios encantados -un palacio encantado al menos para cada siglo-, tan incapaces para hablar su idioma con la recta entonación llana que le dan los pueblos situados hacia el norte a doscientos kilómetros de ella, tan sorprendidas por la llegada de un oro que puede convertirse en piedra pero que tal vez se convierta en carrozas y troncos de caballos con gualdrapas doradas sobre fondo negro, tan carentes de una auténtica judería, tan llenas de hombres serios cuando son importantes, tan vueltas de espalda a toda naturaleza -por lo menos hasta que en otro sitio se inventaron el tren eléctrico y la telesilla-, tan agitadas por tribunales eclesiásticos con relajación al bazo secular, tan poco visitadas por individuos auténticos de la raza nórdica, tan abundantes de torpes teólogos y faltas de excelentes místicos, tan llenas de tonadilleras y de autores de comedias de costumbres, de comedias de enredo, de comedias de capa y espada, de comedias de café, de comedias de punto de honor, de comedias de linda tapada, de comedias de bajo coturno, de comedias de salón francés, de comedias del café no de comedia dell'arte, tan abufaradas de autobuses de dos pisos que echan humo cuanto más negro mejor sobre aceras donde va la gente con gabardina los días de sol frío, que no tienen catedral.»

Tiempo de silencio, de Luis Martín-Santos
 
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El rastro de tu sangre en la nieve. De " Doce cuentos peregrinos" de G.G. Márquez.


Ahora mismo estaba pensando que debe ser del carajo tirar en la nieve -dijo-. Aquí mismo, si quieres.

Nena Daconte lo pensó en serio. Al borde de la carretera, la nieve bajo la luna tenía un aspecto mullido y cálido, pero a medida que se acercaban a los suburbios de París el tráfico era más intenso, y había núcleos de fábricas iluminadas y numerosos obreros en bicicleta. De no haber sido invierno, estarían ya en pleno día.

-Ya será mejor esperar hasta París -dijo Nena Daconte-. Bien calienticos y en una cama con sábanas limpias, como la gente casada.

-Es la primera vez que me fallas -dijo él.

-Claro -replicó ella-. Es la primera vez que somos casados.

Poco antes de amanecer se lavaron la cara y orinaron en una fonda del camino, y tomaron café con croissants calientes en el mostrador donde los camioneros desayunaban con vino tinto. Nena Daconte se había dado cuenta en el baño de que tenía manchas de sangre en la blusa y la falda, pero no intentó lavarlas. Tiró en la basura el pañuelo empapado, se cambió el anillo matrimonial para la mano izquierda y se lavó bien el dedo herido con agua y jabón. El pinchazo era casi invisible. Sin embargo, tan pronto como regresaron al coche volvió a sangrar, de modo que Nena Daconte dejó el brazo colgando fuera de la ventana, convencida de que el aire glacial de las sementeras tenía virtudes de cauterio. Fue otro recurso vano pero todavía no se alarmó. "Si alguien nos quiere encontrar será muy fácil", dijo con su encanto natural. "Sólo tendrá que seguir el rastro de mi sangre en la nieve." Luego pensó mejor en lo que había dicho y su rostro floreció en las primeras luces del amanecer.

-Imagínate -dijo: -un rastro de sangre en la nieve desde Madrid hasta París. ¿No te parece bello para una canción?
 
«Del mismo modo, si una persona tiene tres hijos y dos hijas, dirá, interrogado acerca de su prole, que tiene cinco hijos. No dirá que tiene cinco hijos o hija, ni cinco hijos e hijas, ni cinco hijos/hijas (léase ''cinco hijos barra hijas''). Podrá escribir que tiene cinco hij@s, pero esto no lo podrá decir, leer, así que de nada le vale. Yo, a diferencia de mi colega Ignacio Bosque, no he tenido paciencia para echarme al coleto todas esas guías que sobre el lenguaje no sexista han proliferado. Supongo que alguna de ellas recomendará a nuestro perplejo pater familias que diga algo así como esto: Mi descendencia la forman cinco unidades. Pobrecillo.
Desdramaticemos las cosas. No es el masculino el único elemento no marcado del sistema gramatical. Igual que en español hay dos géneros (en otras lenguas hay más, o hay solo uno), hay también dos números, singular y plural (en otras hay más, o solo uno), y el singular es el número no marcado frente al plural. Así, del mismo modo que el masculino puede asumir la representación del femenino, el singular puede asumir la del plural. El enemigo significa, en realidad, 'los enemigos'. Sumando ambas posibilidades de representación puedo decir que el perro es el mejor amigo del hombre para significar, en realidad, esto: 'los perros y las perras son los mejores amigos y las mejores amigas de los hombres y las mujeres'. ¿Se entiende ahora un poquito mejor en qué consiste el mentado principio de economía?.
Hay tres tiempos verbales, y uno de ellos, el presente, es el tiempo no marcado frente al pasado y el futuro. Prueba de ello es la capacidad que tiene para suplantarlos: Colón descubre América en 1492 significa en realidad 'Colón descubrió América en 1492', y mañana no hay clase significa 'mañana no habrá clase'.
A pesar de lo cual, que yo sepa, no ha surgido por ahora ninguna Plataforma Ciudadana en Defensa de la Intolerable Discriminación del Plural, ni tengo noticia hasta el momento de la existencia de una Asociación Pro Visibilidad del Futuro, frente al Abusivo Presentismo Lingüístico.»

Género no marcado, Pedro Álvarez de Miranda​
 
«¿Recuerdas, Mellie? ¿La cabaña junto al estanque, el agua fría, helada, nuestros cuerpos desnudos calentándose al amor del fuego? Vimos el sol ocultarse tras el estanque. Los árboles otoñales se reflejaban en las aguas. Crecían boca abajo, los troncos titilantes descendiendo hacia las ramas. Dijiste:
–Es un mundo de hadas. ¿Tú crees que sigue habiendo ninfas y ondinas ahí abajo? –Es fácil entender por qué la gente creía en ellas –dije yo.
–Sí –dijiste tú–. Eran jóvenes e insensatos. Ahora, hasta las ondinas son viejas y sabias. Miran hacia arriba, hacia el reflejo de los árboles en el cielo, y dicen: ''Es fácil entender por qué una vez creímos en seres terrenales''.»

«Creo que amarte es la única razón por la que temo envejecer. No soporto pensar que algún día pudiera mirarte y no encontrarte hermosa ¿Cómo vivirá nuestro amor en cuerpos viejos? ¿Cómo nos reconocerá, cómo lo reconoceremos?»

¡Melisande! ¿Qué son los sueño?, de Hillel Halkin
 
La insoportable levedad del ser. Milan Kundera.

Estaba sentada en el borde de la bañera y no podía dejar de mirar la corneja moribunda. Veía en su absoluto desamparo la imagen de su propio sino. Se dijo varias veces: no tengo en el mundo a nadie más que a Tomás.
¿Había llegado a la conclusión, tras el episodio con el ingeniero, de que las aventuras no tienen nada que ver con el amor? ¿De que son leves y no pesan nada? ¿Ya está más tranquila? En absoluto. Vuelve a su mente la siguiente escena: Salió del retrere y su cuerpo estaba en la antesala desnudo y rechazado. El alma temblaba, asustada, en algún lugar en la profundidad de las entrañas. Si en aquel momento el hombre que estaba en la habitación le hubiera hablado a su alma, se hubiera echado a llorar, hubiera caído en sus brazos.
Se imaginó que en su lugar hubiese estado en la antesala junto al retrete alguna de las amantes de Tomás y que en lugar del ingeniero hubiee estado dentro Tomás. Le habría dicho a la chica una sola palabra y ella lo hubiera abrazado llorando.
Teresa sabe que así es el momento en que nace el amor: la mujer no puede resistirse a la voz que llama a su alma asustada; el hombre no puede resistirse a la mujer cuya alma es sensible a su voz. Tomás no está protegido ante los peligros del amor y Teresa ha de temer por él cada hora y a cada minuto.
¿Cuál es su arma? Unicamente su fidelidad. Se la ofreció desde el comienzo, desde el primer día, como si supiera que no tenía otra cosa que darle. El amor que hay entre ellos es de una arquitectura extrañamente asimétrica: descansa sobre la seguridad absoluta de su fidelidad como un palacio mastodóntico sobre una sola columna.
La corneja ya no movía las alas, sólo aveces le temblaba la patita herida, quebrada. Teresa no quería separarse de ella, como si velase junto al lecho de una hermana suya moribunda. Al fin fue a la cocina a almorzar rápidamente algo.
 
“…Gracias a ella me enfrenté por vez primera con mi ser natural mientras transcurrían mis noventa años. Descubrí que mi obsesión de que cada cosa estuviera en su puesto, cada asunto en su tiempo, cada palabra en su estilo, no era el premio merecido de una mente en orden, sino al contrario, todo un sistema de simulación inventado por mí para ocultar el desorden de mi naturaleza. Descubrí que no soy disciplinado por virtud, sino como reacción contra mi negligencia; que parezco generoso por encubrir mi mezquindad, que me paso de prudente por mal pensado, que soy conciliador para no sucumbir a mis cóleras reprimidas, que sólo soy puntual para que no se sepa cuán poco me importa el tiempo ajeno. Descubrí, en fin, que el amor no es un estado del alma sino un signo del zodíaco.
Me volví otro. Traté de releer los clásicos que me orientaron en la adolescencia, y no pude con ellos. Me sumergí en las letras románticas que repudié cuando mi madre quiso imponérmelas con mano dura, y por ellas tomé conciencia de que la fuerza invencible que ha impulsado al mundo no son los amores felices sino los contrariados. Cuando mis gustos en música hicieron crisis me descubrí atrasado y viejo, y abrí mi corazón a las delicias del azar.
Me pregunto cómo pude sucumbir en este vértigo perpetuo que yo mismo provocaba y temía. Flotaba entre nubes erráticas y hablaba conmigo mismo ante el espejo con la vana ilusión de averiguar quién soy. Era tal mi desvarío, que en una manifestación estudiantil con piedras y botellas, tuve que sacar fuerzas de flaqueza para no ponerme al frente con un letrero que consagrara mi verdad: Estoy loco de amor…”

Gabriel García Márquez
 
Aplastamiento de las gotas, Julio Cortázar

Yo no sé, mira, es terrible cómo llueve. Llueve todo el tiempo, afuera tupido y gris, aquí contra el balcón con goterones cuajados y duros, que hacen plaf y se aplastan como bofetadas uno detrás de otro, qué hastío. Ahora aparece una gotita en lo alto del marco de la ventana; se queda temblequeando contra el cielo que la triza en mil brillos apagados, va creciendo y se tambalea, ya va a caer y no se cae, todavía no se cae. Está prendida con todas las uñas, no quiere caerse y se la ve que se agarra con los dientes, mientras le crece la barriga; ya es una gotaza que cuelga majestuosa, y de pronto zup, ahí va, plaf, deshecha, nada, una viscosidad en el mármol.
Pero las hay que se suicidan y se entregan enseguida, brotan en el marco y ahí mismo se tiran; me parece ver la vibración del salto, sus piernitas desprendiéndose y el grito que las emborracha en esa nada del caer y aniquilarse. Tristes gotas, redondas inocentes gotas. Adiós gotas. Adiós.

 
"Sólo existe una vereda que conduzca al sendero; sólo al término de ella puede oírse la «Voz del Silencio». La escala
por la cual asciende el candidato está formada por peldaños de sufrimiento y de dolor: éstos únicamente pueden ser
acallados por la voz de la virtud. ¡Ay de ti, discípulo, si queda un solo vicio que no hayas dejado atrás! Porque
entonces la escala cederá bajo tus plantas y te precipitará: su base descansa en el profundo cenegal de tus pecados y
defectos, y antes que puedas aventurarte a cruzar este ancho abismo de materia, tienes que lavar tus pies en las aguas
de la Renunciación. Sé precavido, no sea que pongas un pie todavía manchado en el peldaño inferior de la escala. ¡Ay
de aquel que se atreva a ensuciar con sus pies fangosos un escalón tan solo! El cieno inmundo y pegajoso se secará,
se hará tenaz, pegará sus pies en aquel sitio, y como el pájaro cogido en la liga del cazador astuto, quedará
imposibilitado para un nuevo progreso. Sus vicios adquirirán forma, y le arrastrarán hasta el fondo. Sus pecados
levantarán la voz, semejante a la risa ya! plañido del chacal después de la puesta del sol; sus pensamientos se
convertirán en un ejército, y se lo llevarán tras sí como a un esclavo".

La Voz del Silencio
Helena Blavatsky
 
«Siempre, aquellos que afirman de antemano que luchan en favor de Dios, son los hombres menos pacíficos de la tierra; como creen percibir mensajes celestes, tienen sordos los oídos para toda palabra de la humanidad.»

María Estuardo, ​Stefan Zweig
 
(La miniserie The Hollow Crown también es muy muy recomendable)

http://youtu.be/AXGkbBbXVSA

«BOLINGBROKE: ¿Estáis dispuesto a ceder la corona?
RICARDO: No sí, no yo, pues mi sino es nada. Así pues, nada no es yo. Así que renuncio ante ti... Ahora, mirad de qué modo me voy despojando. Entrego este gran peso que oprime mi cabeza, y el orgullo de Rey que mi corazón oprime, lo entrego. Con mis propias manos lavaré el bálsamo de la unción; con mis propias manos entregaré la corona; con mi propia lengua negaré mi poder consagrado, y me libraré con mi propio hálito de todos los juramentos. Haz, oh Señor, que nada me cause dolor, pues nada tengo y a ti, que todo has conseguido, que te proporcione placer. Que vivas muchos años para ocupar largamente el trono de Ricardo. Que pronto muera Ricardo para ocupar pronto la fosa en la tierra. ''¡Dios salve a Enrique, Rey! - Ricardo, que no es rey, grita- Y que de luminosos días se llenen sus años''. »
 
"Si huir de la batalla pudiera librarnos
para siempre de la vejez y también de la muerte,
no sería yo el primero en batirme delante de todos,
ni te pediría que fueras conmigo...
Pero como son muchas las clases de muerte
que penden sobre los mortales,
sin que ellos escapar o evitarlas consigan,
vamos,
demos la gloria a otro,
o bien nos la den a nosotros"

- Ilíada (Homero)
 
duermo todas las horas que hagan falta para estirarme lo suficiente por la mañana, pero nunca es suficiente.
 
Llevo siete horas gritándome desde la cocina que recoja mi habitación, que ordene mi vida, que en la cama no se fuma, que me cuide, que planche aquel montón de ropa, que me tienda. Que me cuelgue. Me llevo. Y me contesto con la confianza y el desprecio que sólo una mierda de hija le puede tener a su propia madre interior: con la violencia que debía haber guardado para los que la merecían.


No me merezco.
 
LAS HORAS

Aquí se produce la transición cotidiana. Cuando el marido esta presente, ella es mas nerviosa pero menos asustada. Sabe como actuar. A solas con Richie, aveces se siente como a la deriva:el es tan completa y persusivamente el mismo. Quiere lo que quiere con tanta avidez. Llora misteriosamente, tiene exigencias indescifrables, la corteja, le suplica, no le presta atención. Casi siempre parece estar pendiente de lo ella hará a continuación. Ella sabe, o al menos sospecha, que otras madres de niños pequeños tienen que imponer una serie de reglas y,mas con cretamente, investirse de un yo maternal activo que la guie a lo largo de los días que pasen con un niño un trato firme y. amable, con una desarrollada envolturaa maternal que parece espontanea. A solas con el niño por el contrario pierde el rumbo. No siempre recuerda como actuaría una madre.
 
Pensó que nada bueno podía haber en una cabeza como la suya, que con gusto se la hubiera arrancado y sustituido por otra (...).Quiso contestar que sentirse especial era una jaula, lo peor que le podía pasar a uno, pero se abstuvo.

La soledad de los números primos
 
Quizá la verdadera locura no sea otra cosa que la sabiduría misma que, cansada de descubrir las vergüenzas del mundo ha tomado la inteligente resolución de volverse loca.

Los renglones torcidos de Dios
 
¿ Te escondes ?

Por qué te escondes,
por qué no afloran
las palabras narrantes
de tu vida en pálpitos latentes,
en hilos del alma sucumben ante tus suspiros,
que el aire borda como aliento de presentes.
Capitaneas tu vida como si el miedo llevara el timón
gobernando las emociones y los sentidos.
Distinguir lo real de la evasiva del don perdido
en el desconcierto de la confusión,
los fantasmas pesan en el corazón.
Miedo a saber o es miedo a aceptar,
evitas, evades, pospones sin aplacar...
Cuanto desarraigo, cuando descontento,
no ves el sendero del reencuentro.
Quieres invocar el fervor que te centre,
deseas sucumbir a la paz del ecuestre.
Que fluya como la tinta de la vida,
rompiendo el muro que la mantiene escondida,
que no se sienta perdida por el desconocimiento
de la confusión que crea el más simple sentimiento.
Como el caminante que se hace camino al andar
la libertad se encuentra al dejar el barco navegar,
Sal, libera el tupido velo, déjalo volar.
Eres una enfermedad pero no me dominarás.
 
"La sensación de malestar subjetivo del enfermo es difícil de expresar y de objetivar, y nadie respeta ni cree a una persona que dice sentirse enferma, pero que no es capaz de señalar un órgano en concreto ni un referente objetivo en cuanto a su incapacidad para realizar alguna actividad cotidiana."
 
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