Acabo de leer esto en una página de Facebook. Y me ha parecido tan oportuno para mí, y para mi pequeña, que quiero compartirlo.
"Abuela, estoy cansada. Estoy tan cansada de esta vida..."
"Toma tu cansancio, hija mía, y envuélvelo a tu alrededor. Como una manta en los fríos meses de invierno. El cansancio viene a hacerte un nido, a llevarte a usar ropa cómoda, a hacerte hundirte en su cálido abrazo. Te invito a quedarte dentro de ti misma. Sin fuerza, sin pensamientos, sin acciones. Como la nieve que lo cubre todo para suavizar el mundo, para amortiguarlo, para protegerlo del ruido. Acepta las escamas de tu cansancio y déjate cubrir por completo por ellas".
"Podría morir enterrada allí..."
"En su lugar, renacerás. Como la semilla en el suelo. No te resistas a tu cansancio, no lo rechaces con mil acciones, mil intenciones, mil sentimientos de culpa. Solo quiere tomarte de la mano y llevarte a hundirte en el vacío. Ahí mismo, donde se encuentra la fuente de toda fuerza interior. Nos enseñaron a ser fuertes resistiendo. Pero es en la rendición donde emergen los verdaderos héroes".
"Pero, abuela. ¿Y si la fatiga me acaba conmigo?"
"Hija Mía, no tienes miedo del cansancio, sino de perder el control de ti misma. Ha llegado el momento de que te entregues a la vida. Y que generes junto con ella a los niños más maravillosos: ¡los frutos de tu alma!"
Autor: Elena Bernabè
"Abuela, estoy cansada. Estoy tan cansada de esta vida..."
"Toma tu cansancio, hija mía, y envuélvelo a tu alrededor. Como una manta en los fríos meses de invierno. El cansancio viene a hacerte un nido, a llevarte a usar ropa cómoda, a hacerte hundirte en su cálido abrazo. Te invito a quedarte dentro de ti misma. Sin fuerza, sin pensamientos, sin acciones. Como la nieve que lo cubre todo para suavizar el mundo, para amortiguarlo, para protegerlo del ruido. Acepta las escamas de tu cansancio y déjate cubrir por completo por ellas".
"Podría morir enterrada allí..."
"En su lugar, renacerás. Como la semilla en el suelo. No te resistas a tu cansancio, no lo rechaces con mil acciones, mil intenciones, mil sentimientos de culpa. Solo quiere tomarte de la mano y llevarte a hundirte en el vacío. Ahí mismo, donde se encuentra la fuente de toda fuerza interior. Nos enseñaron a ser fuertes resistiendo. Pero es en la rendición donde emergen los verdaderos héroes".
"Pero, abuela. ¿Y si la fatiga me acaba conmigo?"
"Hija Mía, no tienes miedo del cansancio, sino de perder el control de ti misma. Ha llegado el momento de que te entregues a la vida. Y que generes junto con ella a los niños más maravillosos: ¡los frutos de tu alma!"
Autor: Elena Bernabè