M
Montse
Amanece.
Un día nuevo despierta.
Tras irse la luna el sol ocupa su lugar.
He observado durante la noche, inmóvil, la vida que trae la oscuridad.
Oigo grillos cantarines,
el ruido del mar,
veo ojos escurridizos que salen a cazar.
Parece que todo se para,
más no es verdad.
Vuelve la luz, y esa vida se esconde, adormece, llegando otra más sonora, bulliciosa reclamando su lugar.
Naturaleza, el Yin y Yang.
En el cielo comparten vuelo otros tantos seres afines. Alboroto,
peleas por un mismo sitio, sitio caprichoso que nadie quiere ceder y uno más valiente, más fuerte se hará con el.
Quiero estar despierta para observar,
observar siempre lo que está ahí y tantas veces mis ojos,
oscurecidos por el pesar
miran sin mirar.
Quiero estar despierta porque me hace sentir que existo, que estoy.
Estoy en lo que veo, estoy en lo que siento.
Existo, estoy.
Un día nuevo despierta.
Tras irse la luna el sol ocupa su lugar.
He observado durante la noche, inmóvil, la vida que trae la oscuridad.
Oigo grillos cantarines,
el ruido del mar,
veo ojos escurridizos que salen a cazar.
Parece que todo se para,
más no es verdad.
Vuelve la luz, y esa vida se esconde, adormece, llegando otra más sonora, bulliciosa reclamando su lugar.
Naturaleza, el Yin y Yang.
En el cielo comparten vuelo otros tantos seres afines. Alboroto,
peleas por un mismo sitio, sitio caprichoso que nadie quiere ceder y uno más valiente, más fuerte se hará con el.
Quiero estar despierta para observar,
observar siempre lo que está ahí y tantas veces mis ojos,
oscurecidos por el pesar
miran sin mirar.
Quiero estar despierta porque me hace sentir que existo, que estoy.
Estoy en lo que veo, estoy en lo que siento.
Existo, estoy.