Fune10
Usuario veterano
Igual que tu ex.
Hay un chico que me gusta. Es bastante inteligente (al modo que yo considero inteligente) y ya va por el doctorado. Desde que hablé con él la primera vez me sentí fuertemente atraída por la confianza y fluidez en su manera de expresarse. Físicamente no es un adonis pero tiene tan buena presencia que sin duda impacta.
Total que se me alborotaron las hormonas... No tanto por su físico (lo mejor son sus ojos y sus labios) si no porque si algo le gusta a esta mujer es un hombre con tema de conversación y dominio cultural. Todo eso envuelto en un toque sexy de arrogancia (lo admito). Y ya estaba yo al pendiente de sus mensajes y ansiosa por salir con él cuando de pronto y con el trato me he dado cuenta que el tipo en cuestión es increíblemente parecido a mi ex...
La forma de expresión directa, el desprecio por las personas en general, ese afán por corregir a todo mundo y evadir a quien no este en su nivel intelectual. Y largos etc.
Lo supe por la forma en la que empezaba a sentirme: menospreciada, confundida y ansiosa.
Bueno, total que mejor me he hecho la que dios me habla y he eliminado su número y contacto. Más aún algunos de mis colegas me han hecho notar lo mujeriego que es y lo poco recomendable que parece ser para mí.
Me siento muy sacada de onda pues creí que ya había zanjado ese tema con mi ex.
Uno de mis conocidos me dijo que no fuera tan cruel conmigo misma... Es obvio que me atraen ese tipo de chicos y no le encuentra lo malo, lo que no es conveniente es el modo frío en el que se comportan (lo que yo llamo ser extremadamente racional) y que él consideraría que no debo dejar de buscar chicos inteligentes pero si que tengan un tono más sensible para alguien tan susceptible.
Y bueno, al diablo con el prospecto.
No es que esté buscando novio o novia. No es como mi principal objetivo actualmente pero no es algo que me niegue y no me vendría mal ciertamente.
En fin. Así es esto de las gelatinas...
Hay un chico que me gusta. Es bastante inteligente (al modo que yo considero inteligente) y ya va por el doctorado. Desde que hablé con él la primera vez me sentí fuertemente atraída por la confianza y fluidez en su manera de expresarse. Físicamente no es un adonis pero tiene tan buena presencia que sin duda impacta.
Total que se me alborotaron las hormonas... No tanto por su físico (lo mejor son sus ojos y sus labios) si no porque si algo le gusta a esta mujer es un hombre con tema de conversación y dominio cultural. Todo eso envuelto en un toque sexy de arrogancia (lo admito). Y ya estaba yo al pendiente de sus mensajes y ansiosa por salir con él cuando de pronto y con el trato me he dado cuenta que el tipo en cuestión es increíblemente parecido a mi ex...
La forma de expresión directa, el desprecio por las personas en general, ese afán por corregir a todo mundo y evadir a quien no este en su nivel intelectual. Y largos etc.
Lo supe por la forma en la que empezaba a sentirme: menospreciada, confundida y ansiosa.
Bueno, total que mejor me he hecho la que dios me habla y he eliminado su número y contacto. Más aún algunos de mis colegas me han hecho notar lo mujeriego que es y lo poco recomendable que parece ser para mí.
Me siento muy sacada de onda pues creí que ya había zanjado ese tema con mi ex.
Uno de mis conocidos me dijo que no fuera tan cruel conmigo misma... Es obvio que me atraen ese tipo de chicos y no le encuentra lo malo, lo que no es conveniente es el modo frío en el que se comportan (lo que yo llamo ser extremadamente racional) y que él consideraría que no debo dejar de buscar chicos inteligentes pero si que tengan un tono más sensible para alguien tan susceptible.
Y bueno, al diablo con el prospecto.
No es que esté buscando novio o novia. No es como mi principal objetivo actualmente pero no es algo que me niegue y no me vendría mal ciertamente.
En fin. Así es esto de las gelatinas...