Cognición Social en el TLP

Cognición social en el trastorno límite de la personalidad​

Las personas con esta patología experimentan un malestar excepcional en sus relaciones sociales. A este respecto, los déficits en la cognición social juegan un rol relevante, ¿cómo? ¡Te lo contamos!
Cognición social en el trastorno límite de la personalidad

El trastorno límite de la personalidad es una de las entidades clínicas con mayor gravedad que existen. De hecho, bajo el paraguas de la etiqueta de «síndromes graves» solamente se consideran dos más aparte de este: la bipolaridad y la psicosis.

Estas personas tienen extraordinarias dificultades a la hora de relacionarse interpersonalmente. Con frecuencia, se sienten abandonadas por quienes les rodean, por lo que la falta de estabilidad interpersonal es la norma en vez de la excepción. Así, tienden a oscilar entre dos extremos, el ensalzamiento de quienes les rodean y el desprecio por estas mismas personas.

Paralelamente, a lo largo de este artículo vamos a poner citas de una poetisa particular que sufría esta enfermedad: Alejandra Pizarnik. En sus escritos refleja de manera sofocantemente hermosa cómo es sentirse así. Esperamos que puedan ayudar a aportar más luz a esta compleja entidad clínica.

«No me abandones aún si yo me he abandonado».
-Alejandra Pizarnik-
Chica mirándose en un espejo roto

Las personas con TLP son muy inestables, impulsivas y tienen muchas dificultades para relacionarse con los demás.

Una aproximación al trastorno límite de la personalidad (TLP)​

Esta entidad clínica se caracteriza por una forma típica de comportarse que tiene su inicio en la adolescencia y que se sigue produciendo durante la vida adulta.

Las personas con TLP tienen dificultades para regular su forma de relacionarse con los demá s, así como con la forma en que se perciben a sí mismas. Además, a menudo sus conductas están vehiculizadas por la impulsividad y tienen intensas dificultades para regular sus emociones (APA, 2015).

Para la American Psychiatrich Association deben darse, además de las anteriores características, cinco o más síntomas. Entre ellos podemos encontrar:

  • Evitan con intensidad sentirse solas o abandonadas.
  • Se relacionan de manera poco estable con los demás.
  • Presentan una identidad poco construida, caracterizada por la falta de estabilidad en la propia imagen y en el self.
  • Son muy impulsivas.
  • Amenazan con hacerse daño a sí mismas y se autoinfligen lesiones.
  • Son emocionalmente poco estables.
  • Se sienten permanentemente «vacías».
  • Tienden a carecer de control sobre su ira y les cuesta ejercer la voluntad sobre sus emociones.
  • Pueden presentar ideas paranoides y sintomatología disociativa.
El origen de esta entidad clínica es hoy en día desconocido. Sin embargo, se cree que el trauma en la niñez podría jugar un rol relevante. De hecho, para autores como Stern, este trastorno podría estar entre la neurosis y la psicosis.

Por otra parte, se ha visto que si la persona cuando es pequeña se enfrenta a un contexto en el que dan poca credibilidad y validación a sus pensamientos y sus sentimientos, esto se convierte en factor de riesgo para el desarrollo del TLP (Belloch, 2022).

«Soy un deseo suspendido en el vacío».
-Alejandra Pizarnik-

¿Qué es la cognición social?​

Es la forma en la que pensamos a los demás. Alude al hecho de cómo las personas procesan la información que procede de su universo social. Así, la cognición puede entenderse bajo la óptica de un conjunto de habilidades (Coma, 2021): la capacidad de asignar estados mentales tanto a los demás como a uno mismo, en relación con los pensamientos, los sentimientos y la intención en la forma de actuar.

Es la forma en la que las personas operan con la información procedente de las relaciones interpersonales. Alude a cómo la perciben, cómo es interpretada y cómo reaccionan en consecuencia. Por ejemplo, «¿con qué intención me ha dicho que soy un desastre?», «si soy un desastre, me va a abandonar».

Alteraciones de la cognición social en el trastorno límite de la personalidad​

Quienes padecen este trastorno son extraordinariamente sensibles a los mensajes de los demás. Tienen serias dificultades para decodificarlos y normalmente los interpretan con una intención desacertada. Así, son personas muy receptivas ante la posibilidad de ser rechazadas y esto se relaciona con la cognición social en dos vertientes (Belloch, 2022):

  • En términos cognitivos, presentan alteraciones en su habilidad para mentalizar. Esta habilidad consiste en la capacidad para reflexionar sobre qué pueden estar pensando los demás y con qué intención nos dicen las cosas.
  • Afectivamente, tienen dificultades con su capacidad empática. Es decir, les cuesta pensar lo que otra persona está pensando y le cuesta experimentar la emoción que otra persona está sintiendo.
«Yo no se hablar como todos, mis palabras suenan extrañas y vienen de lejos, de donde no es, de los encuentros con nadie».
-Alejandra Pizarnik-
De esta manera, les es muy difícil tanto expresarse como comprender la amalgama de emociones que caracteriza al ser humano. En consecuencia, las relaciones interpersonales suelen reportarles mucho malestar. Esto podría explicarse por un déficit en su habilidad para comunicarse con otras personas.

Este déficit podría tener su origen en la niñez. Es en este periodo de la vida cuando los niños comienzan a aprender a relacionarse consigo mismos y con los demás, aspecto que se conoce con el nombre de apego. Es probable que los cuidadores principales hayan sido negligentes a la hora de propiciar situaciones sociales en las que el niño aprenda a relacionarse con los demás, lo que dificulta el desarrollo de su cognición social.

«El lenguaje es un desafío para mí, un muro, algo que me expulsa, que me deja fuera».
-Alejandra Pizarnik-
Niña agarrando un oso de peluche

Las alteraciones en la cognición social de las personas con TLP es muy probable que tenga su origen en la infancia.
Para Belloch (2022), una de las consecuencias de esta ausencia de interacción social en la infancia es el desarrollo de lo que denomina «desconfianza epistémica». Este término alude al hecho de que estas personas aprenden a adaptarse a los entornos familiares caracterizados por el abuso y la hostilidad.

Así, cuando son adultos, rastrean y vigilan de forma intensa y extraordinaria su entorno social, buscando intenciones ocultas cuyo fin es dañarles. Sin embargo, estas intenciones a menudo son inexistentes. Esto les provoca un malestar inmenso.

Como hemos visto, las personas con este trastorno presentan serias dificultades en la cognición social, sobre todo a la hora de relacionarse con los demás, porque les cuesta discernir sus intenciones. Así, a duras penas regulan su propia conducta, lo que les lleva a la inestabilidad.

Afortunadamente, se han desarrollado terapias con buenos resultados para estos pacientes, como la terapia dialéctica conductual (TDC) o la terapia basada en la mentalización (MBT).

«La mentalización ha de desarrollarse a través de un proceso de experiencias en la infancia en las que uno se ve a sí mismo en la mente del otro durante una relación de apego».
-Amparo Belloch-

 
Gracias por el artículo, @Lunillaloquilla

Me ha parecido muy bueno, exceptuando la parte donde dice que tenemos dificultades con la empatía. A ver, claro que no siempre nos vamos a poder poner en el lugar del otro, pero eso quién lo puede hacer? quizás es que lo he malinterpretado eh? no sé.
 
Gracias por el artículo, @Lunillaloquilla

Me ha parecido muy bueno, exceptuando la parte donde dice que tenemos dificultades con la empatía. A ver, claro que no siempre nos vamos a poder poner en el lugar del otro, pero eso quién lo puede hacer? quizás es que lo he malinterpretado eh? no sé.
Hola @Lunanegra82 😊 . Bueno, yo creo que en este artículo como en muchos, se generaliza, porque cada persona con TLP es un mundo, igual que cada persona con cáncer. No todos los sintomas descrptivos tienen que encajarnos, y quizás no los tenemos todos.
Yo, como tu, pienso que hay cosas que le pasan a la gente con un trastorno y a la gente sin trastornos también. La vida misma te va marcando y creo que todos podemos ser mas o menos empáticos según con quien y en que situación.

Yo creo que hace 30 años (tengo 60) era mucho más empática en general y sufría por serlo. Y ultimamente siento que me estoy alejando de gente de toda la vida, porque de algún modo me he cansado de ser empática con ellos, cuando siento que ellos no lo son conmigo.. hay gente muy generosa y yo lo he sido en mis primeras etapas, pero al final estoy cambiando. Creo que eso nos pasa a muchos con o sin TLP. 🤷‍♀️

la vida te va marcando en todo. Y en este mundo es muy atroz ir con el corazón abierto a tope, sobre todo con TLP. Es mi experiencia solo.

Además la empatía es una de las cosas que mas falta hacen en la humanidad. De hecho es algo que se intenta desarrollar en las terapias y en los caminos espirituales. Si todos fuéramos empáticos ese odio que existe, no existiría.



Un abrazo. 🥰🥰🥰😘
 
Última edición:
Hola @Lunillaloquilla :wink:,

Sí, sí, pienso como tú en que se suele generalizar mucho cuando se habla del TLP. Y ya no sólo del TLP sino de cualquier enfermedad. trastorno... psíquica o física. Lo que a mí me pasa es que la parte de la empatía, en las personas que tenemos este trastorno... sí creo que es algo que solemos tener en común, así como la dificultad emocional... pero también es verdad que influye mucho el momento, las circunstancias... muchos factores. También creo que una persona que tenga empatía no la tendrá siempre (aunque eso ya lo he dicho), o no con todas las personas, claro. Ejemplo extremo: quién no podría empatizar con una persona que está sufriendo una enfermedad terminal? pero no se tiene esa empatía con un delincuente que haya cometido atrocidades? con el segundo ejemplo, uno puede "interesarse" por cómo ha llegado a ese punto... pero de ahí a empatizar, o entenderlo...

Es verdad que los chascos que te vas llevando con las personas te van cambiando también, tengas TLP o no. A mí también me ha pasado lo que describes, y el sentirte como un poco pánfila, por ser así, porque te afectase ver cómo podían estar conocidas tuyas, amistades...
A mí lo que me ha pasado más es que me he ido volviendo desconfiada con los años, antes era como más inocente respecto a las relaciones sociales... y ahora apenas tengo contacto, la verdad. Estoy más "tranquila" así, aunque hay otros temas... pero vamos, que cuando trato con alguien conocido me suele costar bastante no empatizar. En ese sentido no aprendo pero vamos, que como es algo que hago poco... no doy pie a que pase lo que decías, de ver que la empatía no es recíproca.
Y bueno, para ser justa... también tengo que decir que ha habido momentos en los que la que no he sido empática he sido yo. Que no he sido un angelito, aunque ahora estoy en un punto muy distinto.

Y sí, vivimos en un mundo en el que faltan valores, y que cada vez se están perdiendo más, en general, ya no sólo con la empatía. No todo el mundo eh? hay personas que son muy humanas y se preocupan por los demás. Yo creo que hay más gente con bondad que sin ella, o eso quiero pensar.

Jeje un abrazo grande para ti también :superabrazo::corazoncillos:
 
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