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Bueno, como ya sabéis, el TLP va muchas veces acompañado de un trastorno de la conducta alimentaria. Básicamente existe dos grandes grupos de trastornos de la conducta alimentaria: Anorexia nerviosa y Bulimia nerviosa. La anorexia nerviosa es un trastorno que se caracteriza por:
- Pérdida de más del 15% del peso ideal de la persona: lo cual quiere decir que en la gran mayoría de casos, la persona estará en infrapeso, es decir, IMC (índice de masa corporal) inferior a 18,5. Calcular el IMC de alguien es muy sencillo, hemos de conocer peso y altura, y luego dividir el peso entre la altura en centímetros al cuadrado, y obtendremos el IMC. Este índice se utiliza mucho, pero hay que ir con ojo en personas muy deportistas, que pueden dar un IMC alto por el peso del músculo, mucho mayor que el peso de la grasa, y pueden hacer que nos equivoquemos, pensando que están en un peso normal o en sobrepeso y en realidad existe un problema.
- Miedo a ganar peso: Y no me refiero al miedo que la mayoría de personas (especialmente mujeres) tienen a engordar. Me refiero a pánico, un miedo que llega a tal extremo que la persona enferma puede llegar a evitar la báscula por completo, con tal de no saber si ha aumentado, miedo que impide la ingesta de alimentos o que provoca mucha ansiedad a la hora de comer, miedo que impide quedar con gente a la hora de las comidas, miedo a mirarse al espejo, a ponerse ropa ajustada.
- Alteración de la imagen corporal: Esto es la base del problema, la persona enferma, por muy delgada que esté, se percibe a sí misma como gorda, y no hay argumento racional ni lógico que le haga cambiar de opinión. Esta alteración puede llegar a ser delirante y muy poderosa.
- Amenorrea, es decir, pérdida de la menstruación durante 3 ciclos seguidos.
Con estos 4 síntomas podemos diagnosticar una anorexia nerviosa, y después deberemos especificar el tipo:
- Tipo restrictivo: Anoréxicas “clásicas”, las que todo el mundo se imagina. Personas que ayunan durante varios días.
- Tipo purgativo: Anoréxicas que la gente suele confundir con bulímicas, porque no sólo ayunan, sino que recurren al vómito como método de adelgazamiento, y a otros comportamientos llamados “compensatorios”, como laxantes, diuréticos, ejercicio excesivo, etc. También pueden presentar atracones.
Además de los síntomas, observaremos otros comportamientos que las personas anoréxicas tienen en común, como obsesión con las calorías de los alimentos, obsesión con el tema del cuerpo, comprobación de la grasa corporal tocándose, pellizcándose, pesándose después de cada comida, cortar en muchos trozos pequeños la comida, masticarla mucho, comer de pie, y un sinfín de rituales individuales relacionados. También veremos que en general son personas irritables, que saltan a la mínima, pues la alimentación regulada es fundamental para un buen estado de ánimo y tranquilidad.
En cuanto a la bulimia, los síntomas que ha de cumplir la persona para poderla diagnosticar son:
- Atracones dos veces por semana como mínimo: Cuando decimos “atracón” no nos referimos a comernos un paquete de galletas entero en una tarde, ni a comer una caja de donuts. Nos referimos a comer el paquete de galletas, la caja de donuts, media barra de pan, una tableta de chocolate entera, y todo lo que se pille. Todo eso en menos de 2 horas, con una sensación de pérdida de control, sensación de no poder parar.
- Conductas compensatorias: Lo que decíamos antes, comportamientos que la persona cree que hace para “compensar” los atracones, como por ejemplo ayunar, vomitar, ejercicio excesivo.
- Alteración de la imagen corporal, igual que en anorexia nerviosa.
También deberemos especificar el tipo de bulimia:
- Bulimia purgativa: El enfermo se provoca el vómito o utiliza laxantes
- Bulimia no purgativa: La que se confunde con anorexia, porque no se provoca el vómito ni recurre a laxantes, simplemente después de un atracón viene un periodo de ayuno, de alimentación normal, combinado con ejercicio intenso, con la creencia de que así se compensará el peso.
En cuanto al peso de las bulímicas, pueden ser personas con un peso normal (IMC de 18,5 a 24,9 ) o con un poco de sobrepeso (IMC superior a 25), pero es raro que estén en infrapeso, lo que nos ayuda a distinguir entre anorexia y bulimia, pues la mayoría de personas anoréxicas sí estarán en infrapeso, además de que tendrán una pérdida de la menstruación.
Un alto porcentaje de personas que padecen un trastorno de la conducta alimentaria, también presentan rasgos desadaptativos de la personalidad o incluso un trastorno de la personalidad.
Detrás de una persona anoréxica restrictiva, suele estar una personalidad obsesivo compulsiva, perfeccionista…suelen ser personas con excelente rendimiento académico y profesional, amantes de controlarlo todo, y por eso no suelen recurrir al atracón o al vómito, porque tienen capacidad de autocontrol llevada al extremo. Son casos duros y de mal pronóstico.
Detrás de anoréxicas purgativas o de bulímicas, suele haber una personalidad impulsiva, con rasgos histriónicos o con TLP. Por su impulsividad e inestabilidad sí suelen recurrir a atracones, vómitos y laxantes, y suelen tener un trastorno con muchas más oscilaciones. La buena noticia es que tiene mejor pronóstico, pues no tiene tanta capacidad de autocontrol ni tanta autoconvicción, por lo que facilitará el acceso a personas que quieran ayudar.
Creo que no hay que insistir mucho en los peligros para la salud de cualquiera de los dos trastornos, pero sí recordarlos: Por un lado, el ayuno prolongado produce una falta de glucosa en el cerebro y resto de organismo, que puede desembocar en daños irreversibles a nivel neuronal o endocrino. Por otro lado, los atracones y vómitos pueden producir problemas intestinales crónicos, así como desequilibrios electrolíticos que pueden llevar a dificultades cardiorrespiratorias y a la muerte. En cuanto a otras consecuencias, observaremos sobre todo problemas estéticos en piel (acné, aumento de vello corporal), pelo y uñas.
El tratamiento farmacológico consistirá en antidepresivos con función antiobsesiva, antiimpulsivos (antiepilépticos), o ansiolíticos. Pero es necesario combinarlo con la psicoterapia.
La psicoterapia irá orientada sobre todo a la aceptación de la imagen corporal y a la regulación de los hábitos, que básicamente consisten en:
1. Respetar mínimo 5 comidas diarias, saltarse comidas facilita la aparición de atracones y el aumento de la ansiedad. 5 comidas diarias.
2. Ejercicio regular, mínimo media hora al día caminando a paso ligero, para bajar la ansiedad. En casos extremos de anorexia nerviosa, el ejercicio puede estar prohibido en el inicio del tratamiento.
3. No tener alimentos prohibidos ni realizar ningún tipo de régimen de adelgazamiento, los alimentos prohibidos y las dietas, facilitan el atracón, precisamente de esos alimentos “prohibidos” y altos en calorías, lo cual hace que la persona ayune o coma normal durante unos días, pero luego vuelva el atracón. Una persona que haga atracones y vomite engorda más que una persona que no sigue ningún tipo de dieta y no vomita, porque en el vómito no se elimina todo lo consumido, sólo una pequeña cantidad. Además, los periodos de ayuno hacen que el metabolismo baje, lo que significa que cuando te comas una galleta, engordas el triple que engordarías si hubieras respetado todas las comidas.
4. Impedir el vómito, la persona adelgaza cuando deja de vomitar porque los atracones que se dé no serán tan grandes cuando sepa que no puede vomitar después. Todo empieza a controlarse más.
Aunque esos serían los pasos generales, es necesario consultar siempre con un profesional, y en todo caso, si después de superar el trastorno se quiere adelgazar unos kilos, hacerlo siempre con supervisión, de manera progresiva y sana.
Os recomiendo un libro muy bueno sobre atracones y bulimia nerviosa, llamado "La superación de los atracones de comida", de Fairburn.
Un abrazo
- Pérdida de más del 15% del peso ideal de la persona: lo cual quiere decir que en la gran mayoría de casos, la persona estará en infrapeso, es decir, IMC (índice de masa corporal) inferior a 18,5. Calcular el IMC de alguien es muy sencillo, hemos de conocer peso y altura, y luego dividir el peso entre la altura en centímetros al cuadrado, y obtendremos el IMC. Este índice se utiliza mucho, pero hay que ir con ojo en personas muy deportistas, que pueden dar un IMC alto por el peso del músculo, mucho mayor que el peso de la grasa, y pueden hacer que nos equivoquemos, pensando que están en un peso normal o en sobrepeso y en realidad existe un problema.
- Miedo a ganar peso: Y no me refiero al miedo que la mayoría de personas (especialmente mujeres) tienen a engordar. Me refiero a pánico, un miedo que llega a tal extremo que la persona enferma puede llegar a evitar la báscula por completo, con tal de no saber si ha aumentado, miedo que impide la ingesta de alimentos o que provoca mucha ansiedad a la hora de comer, miedo que impide quedar con gente a la hora de las comidas, miedo a mirarse al espejo, a ponerse ropa ajustada.
- Alteración de la imagen corporal: Esto es la base del problema, la persona enferma, por muy delgada que esté, se percibe a sí misma como gorda, y no hay argumento racional ni lógico que le haga cambiar de opinión. Esta alteración puede llegar a ser delirante y muy poderosa.
- Amenorrea, es decir, pérdida de la menstruación durante 3 ciclos seguidos.
Con estos 4 síntomas podemos diagnosticar una anorexia nerviosa, y después deberemos especificar el tipo:
- Tipo restrictivo: Anoréxicas “clásicas”, las que todo el mundo se imagina. Personas que ayunan durante varios días.
- Tipo purgativo: Anoréxicas que la gente suele confundir con bulímicas, porque no sólo ayunan, sino que recurren al vómito como método de adelgazamiento, y a otros comportamientos llamados “compensatorios”, como laxantes, diuréticos, ejercicio excesivo, etc. También pueden presentar atracones.
Además de los síntomas, observaremos otros comportamientos que las personas anoréxicas tienen en común, como obsesión con las calorías de los alimentos, obsesión con el tema del cuerpo, comprobación de la grasa corporal tocándose, pellizcándose, pesándose después de cada comida, cortar en muchos trozos pequeños la comida, masticarla mucho, comer de pie, y un sinfín de rituales individuales relacionados. También veremos que en general son personas irritables, que saltan a la mínima, pues la alimentación regulada es fundamental para un buen estado de ánimo y tranquilidad.
En cuanto a la bulimia, los síntomas que ha de cumplir la persona para poderla diagnosticar son:
- Atracones dos veces por semana como mínimo: Cuando decimos “atracón” no nos referimos a comernos un paquete de galletas entero en una tarde, ni a comer una caja de donuts. Nos referimos a comer el paquete de galletas, la caja de donuts, media barra de pan, una tableta de chocolate entera, y todo lo que se pille. Todo eso en menos de 2 horas, con una sensación de pérdida de control, sensación de no poder parar.
- Conductas compensatorias: Lo que decíamos antes, comportamientos que la persona cree que hace para “compensar” los atracones, como por ejemplo ayunar, vomitar, ejercicio excesivo.
- Alteración de la imagen corporal, igual que en anorexia nerviosa.
También deberemos especificar el tipo de bulimia:
- Bulimia purgativa: El enfermo se provoca el vómito o utiliza laxantes
- Bulimia no purgativa: La que se confunde con anorexia, porque no se provoca el vómito ni recurre a laxantes, simplemente después de un atracón viene un periodo de ayuno, de alimentación normal, combinado con ejercicio intenso, con la creencia de que así se compensará el peso.
En cuanto al peso de las bulímicas, pueden ser personas con un peso normal (IMC de 18,5 a 24,9 ) o con un poco de sobrepeso (IMC superior a 25), pero es raro que estén en infrapeso, lo que nos ayuda a distinguir entre anorexia y bulimia, pues la mayoría de personas anoréxicas sí estarán en infrapeso, además de que tendrán una pérdida de la menstruación.
Un alto porcentaje de personas que padecen un trastorno de la conducta alimentaria, también presentan rasgos desadaptativos de la personalidad o incluso un trastorno de la personalidad.
Detrás de una persona anoréxica restrictiva, suele estar una personalidad obsesivo compulsiva, perfeccionista…suelen ser personas con excelente rendimiento académico y profesional, amantes de controlarlo todo, y por eso no suelen recurrir al atracón o al vómito, porque tienen capacidad de autocontrol llevada al extremo. Son casos duros y de mal pronóstico.
Detrás de anoréxicas purgativas o de bulímicas, suele haber una personalidad impulsiva, con rasgos histriónicos o con TLP. Por su impulsividad e inestabilidad sí suelen recurrir a atracones, vómitos y laxantes, y suelen tener un trastorno con muchas más oscilaciones. La buena noticia es que tiene mejor pronóstico, pues no tiene tanta capacidad de autocontrol ni tanta autoconvicción, por lo que facilitará el acceso a personas que quieran ayudar.
Creo que no hay que insistir mucho en los peligros para la salud de cualquiera de los dos trastornos, pero sí recordarlos: Por un lado, el ayuno prolongado produce una falta de glucosa en el cerebro y resto de organismo, que puede desembocar en daños irreversibles a nivel neuronal o endocrino. Por otro lado, los atracones y vómitos pueden producir problemas intestinales crónicos, así como desequilibrios electrolíticos que pueden llevar a dificultades cardiorrespiratorias y a la muerte. En cuanto a otras consecuencias, observaremos sobre todo problemas estéticos en piel (acné, aumento de vello corporal), pelo y uñas.
El tratamiento farmacológico consistirá en antidepresivos con función antiobsesiva, antiimpulsivos (antiepilépticos), o ansiolíticos. Pero es necesario combinarlo con la psicoterapia.
La psicoterapia irá orientada sobre todo a la aceptación de la imagen corporal y a la regulación de los hábitos, que básicamente consisten en:
1. Respetar mínimo 5 comidas diarias, saltarse comidas facilita la aparición de atracones y el aumento de la ansiedad. 5 comidas diarias.
2. Ejercicio regular, mínimo media hora al día caminando a paso ligero, para bajar la ansiedad. En casos extremos de anorexia nerviosa, el ejercicio puede estar prohibido en el inicio del tratamiento.
3. No tener alimentos prohibidos ni realizar ningún tipo de régimen de adelgazamiento, los alimentos prohibidos y las dietas, facilitan el atracón, precisamente de esos alimentos “prohibidos” y altos en calorías, lo cual hace que la persona ayune o coma normal durante unos días, pero luego vuelva el atracón. Una persona que haga atracones y vomite engorda más que una persona que no sigue ningún tipo de dieta y no vomita, porque en el vómito no se elimina todo lo consumido, sólo una pequeña cantidad. Además, los periodos de ayuno hacen que el metabolismo baje, lo que significa que cuando te comas una galleta, engordas el triple que engordarías si hubieras respetado todas las comidas.
4. Impedir el vómito, la persona adelgaza cuando deja de vomitar porque los atracones que se dé no serán tan grandes cuando sepa que no puede vomitar después. Todo empieza a controlarse más.
Aunque esos serían los pasos generales, es necesario consultar siempre con un profesional, y en todo caso, si después de superar el trastorno se quiere adelgazar unos kilos, hacerlo siempre con supervisión, de manera progresiva y sana.
Os recomiendo un libro muy bueno sobre atracones y bulimia nerviosa, llamado "La superación de los atracones de comida", de Fairburn.
Un abrazo